En este reagrupamiento comenzó a granizar





Y a partir de ahí todo fue una pequeña odisea, mucha lluvia, la pista impracticable, muy muy resbaladiza









Cualquier peqeña subida era imposible de coronar con ese barro que se pegaba a las gomas impidiendo que la moto avanzara







Dado el panorama existente decidimos parar a refugiarnos un poco a ver si amainaba





Como decía, cualquier pequeña sibida costaba cosa mala coronarla sin ayuda





Como la cosa no tenía vistas de parar continuamos el track, la verdad es que nadie nos seguía…









Resultaba muy difícil seguir la trazada buena, la moto iba por donde quería