Casualmente ayer nos paró un guarda forestal del Gobierno de Cantabria. Ibamos por una enorme pista de acceso a un parque eólico (prohibida, sin sentido), pero el tio sabía perfectamente por donde ibamos a salir de allí, por un pasaje endurero campo a través en un sitio precioso.
El tio, muy majo, nos dijo claramente que él no tenia ningúna problema en que pasásemos por ahí porque nos vio a tres tios ya talluditos y sabia que poco daño ibamos a hacer, pero que, claro, si empezaban a pasar motos, y sobre todo quads (venia un amigo en su ATV) iba a recibir quejas de los ganaderos de la zona y que entonces tendría que empezar a repartir estopa.
Lamentablemente esto es lo que hay.