Coincido con la mayoría de vuestros postulados, la hipocresía del caminante que te mira de soslayo, casi reprimiendote, transitando plácidamente por una pista cuando el apenas una veintena de minutos que ha aparcado su vehículo... Otro tanto acontece con los seudo-ecologistas de fin de semana o los mas fervientes defensores a quienes poco les importa viajar en avión para acercarse a parajes naturales para defender al sapo siberiano o la tortuga finesa... Me recuerdan a mi mujer. Suelo decir que cuando ella se levanta "empieza el mundo".
Una cosa si e cierta, al menos por experiencia propia he comprobado que rodando entre semana, ya colmado de canas, no suelo tener problema alguno de entablar conversación, o solicitar información, a quien me encuentro por los montes. Rara, rarísima vez me han puesto mala cara, mas bien al contrario. Eso si tengoperfectamente claro que el monte es de todos y trato de molestar lo menos posible. Las carreras, como bien habeis indicado algunos, en los circuitos.
Joder que si, que miradas echan algunos. Esta mañana curiosamente me ha mordido la bota el perro de uno de esos, culpa mía por pararme a dejarles pasar, hasta me ha pedido perdón el perroflauta de turno!! No quiero ni pensar si soy yo el que llego a rozar a su perro con la moto.
"Menos mal que yo no creo en la violencia, porque si no os mataba a todos"