Previsiblemente sería un dia sin moto. Quedaban tareas pendientes pero trás una breve negociación, tengo la fortuna de salir, pero... : La suerte tendría un precio







Amaneció hace poco y todos conoceís sobre la moto el placer del frescor y la luz.







Al fondo se aprecia la montaña a la que nos acercaremos hoy; destaca en la foto con zoom.











Son las nueve y vamos paralelos al río Miño, omnipresente en el oeste de Ourense.






Por encima del Avia = Riba do Avia (Ribadavia)






El embalse de Castrelo y su iglesia del siglo XII nos ven pasar a su lado.











Al rato nos metemos por pista. Miremos hacia adelante o hacia atras la vegetación te envuelve.




















Se acaba el arbolado de hoja caduca. Conectamos con la carretera de Reigoso y se ven las antenas de Coto Novelle, nuestro destino.











Ahora nos escoltarán las coníferas de repoblación.







Vemos parte de la pista que vamos dejando atrás y a Reigoso. Seguimos subiendo.









Ya casi estamos en la cumbre.
















Dejamos los 713 metros de la cima y vamos a un cercano mirador.






Esto es la comarca del Ribeiro. El embalse anegó las tierras mas fértiles del valle. Un abuso que no pudo con el empeño de estas gentes de proseguir el cultivo de las vides.



























Un vistazo mas desde este balcón y comenzamos el descenso.











Según bajamos van apareciendo armazones artesanales que como en otros sitios...
















...solo nos pueden acercar a una ermita justificación de una romeria.






Estamos en la ermita de San Miguel. En su interior vemos su peana, pero el santo debe estar de vacaciones.
















Me llaman la atención unas gorras en el altar exterior y en una ventana. Sospecho que son prendas que algunos familiares trajeron para pedir por la salud de los suyos.











En un rosal se describe el esplendor y lo marchito a la vez.

















Domi y yo hacemos unos escasos metros antes de volver a detenernos en la fuente de la explanada. Bebemos frescor.






Cerca de la fuente baja un amplio camino y fisgoneo un poco. Resulta que hay ruínas de un pueblo y sus cuadras. Entre cauteloso y fascinado doy un paseo por un mundo ya pasado.









































De nuevo a la moto para seguir la ruta. Ya bajando me fijo que toda protección es poca para evitar la "desaparición" de la campana.