Viernes 18:00
Salgo de casa hacia Los Ancares con mucho viento, al final va a resultar que el buzón que
hicieron los chavales se va a elevar...
lLa idea era ir por una ruta nueva dando un pequeño rodeo. Una floja planificación y peor
ejecución hicieron algo pesado el trayecto. Pese a ello no le faltaba gracia al paisaje.
Tras perderme, acabo en Triacastela. Estiro las piernas y disfruto del ambiente de
los peregrinos y acometo el último (y conocido) tramo de hoy.
21:30
Llego al mesón Campa da Braña, saludos afectuosos y dejo el cofre en la habitación.
Pedro me deja la llave del bajo y queda la Domi haciéndole compañia a su Shadow.
No me resisto a montarme en ella. Cuando estaba sin moto unos buenos paseos me di
por esta zona con ella.
Para un poco bebedor, esa botella de vino del Bierzo fué un somnifero radical.
23:30 A la cama.
11:15
Amaneció un dia guapo y ya estoy saliendo de Campa da Braña. Estoy en buena forma.
Los campos de Vilarello y Donis alegran la vista. Pasado Piornedo acometo la subida a
Puerto Ancares.
El objetivo montañero del dia aparece majestuoso a medio puerto.
La mente juguetona, me invita a conquistar ese "volcán". Ante la expectativa, sonrío.
Subo el puerto haciendo eses de puro contento. Aparco. No se quejará la moto de las vistas
que tendrá de los Ancares Leoneses mientras subo al monte.
12:00
Como ya venia con ropa de montaña, solo cambio de "herraduras" y.... para arriba.
Con el zoom atisbo a ver la moto. Sobre ella el pico Cuiña, un casi dosmil, cumbre de
la sierra.
Sigo el cordal hacia el pico Miravalles (1969 m). Su altura siempre me recuerda a la
luna y al Apolo 11, en fin...
Al pie de su cresta cimera hay una peligrosísima trepada, se requiere determinación y valor.
Pocos regresaron para contarlo. No hay guías, mapas, ni referencias de su entorno...
14:15
Cachondeo aparte, alcanzo su cumbre y la disfruto. Aquí comienza el reino del silencio;
cierto que se escucha algún ave, el zumbido de un insecto y el silbido del viento, pero estos
sonidos silencio son.... En la imagen, tras el pico del centro se distinguen, contra el horizonte
las cumbres de Peña Ubiña.
Retornamos a la explanda del puerto y lo bajamos.
Tras sobrepasar la peña de Múrias me detengo en Pan do Zarco, braña apacible
como pocas.
Suarbol, último pueblo Leonés queda atrás. Es auténtico.
En Piornedo me asomo a ese cuadro en tiempo real que enmarca la cristalera del Hotel.
Poco después santifico un sereno atardecer en un santuario llamado taberna y cumplo
el rito con veneración.
Seria incompetencia manifiesta no saber disfrutar de estos momentos...
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Vuelta al hostal a escuchar y contar historias de montañas, motos, personas...
12:30
Muy tarde me levanté, desde la galería del Hostal me despido de estas tierras y poco
después de mi amigo-mesonero, Pedro.
He pasado unas cuantas veces por aquí, pero siempre me dejo sorprender por la
sierra de Pando.
Domingo 14:15
Vilaesteba es el último instante de un paisaje peculiar. Luego vendrán otros lugares
con sus bellezas, pero ya no serán Ancares...