Gredos Hard Trail

[betitou]

Qué pasa hermanos!

Ya estamos de lunes y lluvioso, pero contento después del rutón que nos hemos marcado el QuijoTT Trail!
Ruta exigente, nada apta para vacas, con unas vistas y una variedad de terrenos simplemente espectacular.

Como suele ocurrir, con un buen puñado de incidentes que se quedan en anécdota, y con un cachondeo y un buen rollo inigualable.

Como no podía ser de otra manera, Ángel llegó pinchado a Navaluenga.
El 4º pinchazo en 3 meses... Descubrimos en la reparación que el neumático tenía una grieta por dentro que sistemáticamente va rascando las cámaras hasta que las pincha. Le hicimos un apaño, pegando un trozo de bota de jardinero por dentro del neumático, y un buen parche a la cámara.






La cena nos la tomamos tranki para poder darlo todo en la ruta 95% off-road preparada para el sábado.

Ya el sábado por la mañana, el día pintaba regulero, pero... Somos hombres o qué somos?!
Además, según Dani, que es el nativo, dijo que iba a abrir
Pues nada, chubasquero a la mochila y al ataquerrr!

La ruta empezó por parcelarias retorcidas (que ya las quisieran en Toledo...) mientras nos alejábamos del pueblo, hasta que empezamos a ganar altura.

Esto es lo que ocurre cuando la pendiente es pronunciada, tu moto pesa bastante y tienes las patas cortas








Cuando el terreno se complica tanto que ya das por hecho que has traspasado la frontera del trail y vas coqueteando con el enduro, es cuando te superas a ti mismo, pones el listón un poco más alto, y dejas que la adrenalina te posea. Te bajas de la moto a recobrar el aliento y te sientes victorioso!




Este es otro habitual del off-road. Si no quieres problemas te toca trazar una ruta alternativa!




El día fue transcurriendo sin contratiempos y con una variedad de paisajes y terrenos sublime.
Alguna pista rápida, un poco de arena, piedras... Lo pisamos todo, incluso un poco de barro:




Y no sólo es bonita la Sierra de Gredos, sino que además la surcan una cantidad de pistas legales muy considerable.
Para perderse por aquí muchas veces sin repetir una ruta!




Llegados a la hora del almuerzo, yo estaba tan reventado que casi no me tenía en pie ya...
Con un dolor de cabeza y una tensión acumulada en brazos, hombros y cuello que apenas me venía capaz de seguir la ruta.
Pero nada, la droga dejó su impronta en mi organismo y se obró la magia.
Un bocata de jamón, un ibuprofeno y un café con leche después estaba yo liderando la manada a un ritmo de infarto.
Tan bien nos lo estábamos pasando, que incluso en una ocasión que no leí bien el GPS y me perdí, me estaban esperando para cederme el paso a la primera posición, a seguir imprimiendo mi ritmo letal!

Debido a que se estaba celebrando una montería, nos tenían vetado casi todo el resto del recorrido, así que lo tuvimos que recortar y decidimos ir de visita a una ermita y seguir tirando montaña arriba todo lo que se pudiera.

La subida fue un truño de cuidao, 34 revueltas llenas de roderas y pedrolos, de las que dan mucha trabajera y poco disfrute.
Al menos, ese monte nos regalo auténticas postales del otoño, y vaya otoño el de Gredos! Lo tiene todo: marrón, verde, amarillo... Hojas, castañas, terreno firme, barro, piedras...








Ya casi haciendo cumbre, estaba tan desgastado físicamente (otra vez!), que estas piedras se me hicieron muy pesadas.
Aunque en las fotos nunca lo parece, la inclinación era suficiente como para tener que andar tanteando el gas con buen tiento, y yo ya había entrado en reserva hacía un rato y no me convenía despilfarrar, con lo cual me di la vuelta y empecé a bajar.




Inicié el protocolo Power Saving Mode, que consiste básicamente en apagar la moto, engranar el punto muerto y dejarme caer montaña abajo.
Habíamos ganado tanta altura que estuve como 20 minutos bajando así. Por suerte, la DRZ pesa tan poco y frena tan bien que hasta disfruté bajando en modo bici sin echar de menos el freno motor, que tampoco es que sea muy poderoso en mi moto...




Mientras Ángel y yo bajábamos, nuestros compis más pro hicieron cumbre, y menos mal que se bajaron alguna foto, porque me hubiera gustado verlo!




Finalizada la ruta trail, procedemos a darnos una buena y merecida ducha e iniciamos la ruta barítima, que se prolongó hasta que nuestros más primitivos instintos culinarios se dieron por satisfechos, incluyendo en la ruta todo tipo de sustancias desaconsejadas por la OMS y por Rudy, nuestro especialista en dieta saludable, al cual conseguimos emborrachar por primera vez en su vida.

De esta otra ruta, por privacidad, no publicaré ninguna foto, pero las hay realmente cojonudas


Domingo por la mañana, toca recoger la guarida del aberroncho y dejarla presentable, empacar enseres y poner rumbo a la rutina y las obligaciones.




No sin antes visitar (y por mi parte conocer por primera vez) a la BESTIA PARDA.
Es una trialera con un desnivel del copón bendito y muchas piedras sueltas.
Algunos de nuestra tropa han intentado subirla alguna vez, pero no hay manera de hacerse con ella.
Yo ya estuve a punto de pegármela antes de llegar siquiera, y sólo eché una foto de la primera cuesta que te acerca a la trialera.
Si antes de empezarla, te dabas la vuelta y tenías estas vistas, desde arriba tiene que ser brutal!



Y eso es todo!

Dar las gracias a Ángel TrackMaster, por otra ruta impecable.
A Dani por el alojamiento y la hospitalidad.
Y a los demás y a mí mismo por el buen rollo despachado, que hace que uno se lo pase de miedo tanto subido como bajado de la moto.

La ruta ha sido de tal calibre que la DRZ ha pasado de un consumo de 4.3 a 5.8
Ésta ha sido de las que cuesta olvidar!!!