Pasando por O Hío (los de aquí bromean diciendo que son de Ohio, USA) su cruceiro nos hace echar el ancla.
Esta realizado por el Maestro Cerviño en una sola pieza de granito. Desde su purgatorio...
...siguiendo con Adán y Eva...
...y finalizando la secuencia del desenclavamiento, todo es puro arte visual.
De su autor- que dejó muchas muestras de su arte por toda Galicia - se dice que salía mas caro por el vino que bebía mientras trabajaba que por su salario. Murió pobre y ciego por las esquirlas de piedra que dañaban su córnea.
Embarco en la moto, dejo atrás Aldán y atraco junto a "La caracola de los vientos" en Donón. Bello emplazamiento el de este pueblo.
Estamos aquí:
Ya varado saco mi bolsa verde con las vituallas para reptar a un cercano peñasco.
Mi comedor con aroma a sal y algas tiene estas vistas a estribor...
.. a proa...
... y a babor.
Cual barco con champán yo recibí un bautizo con cerveza. (Nota: Al sacar una bebida gaseosa de un recipiente en continua agitación, esperar unos minutos antes de proceder a su apertura)
Comí el bocata embriagado por las hipnóticas olas y no por escasa cerveza que me quedó.
El monte Facho tiene en su cima restos de una citania Celta y un antiguo faro que señalizaba con fuego.
Desde su cumbre las vistas son tal que así:
Me reembarco y todo avante planeo por la pista, de disfrutona panorámica, que va hacia cabo Home (Hombre). La bruma y el sol bajo de invierno determinan el resultado de las fotos.
Gracias a la poca manga de nuestra nave, entramos por una estrecha bocana rumbo al faro.
Esta parte del litoral se denomina “Costa de la Vela”. La tenue sombra del faro cae sobre un arriesgado pescador.
Aquí mismo algún “artista” sintió en una roca plana la presencia de un indescriptible animal.
Una mirada mas de vigía a este grandioso espectáculo. Con la persona adecuada, las horas pasarían como minutos.
Suelto el amarre, abandono este fondeo y voy dejando el faro de cabo de Home atrás….en la popa…
... como si fuese la estela de mi hipotética hélice.
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