El sábado pasado, desatendiendo los consejos de los compañeros foreros, decidí investigar en solitario una ruta para 4x4 que encontré en Internet muy detallada y con rutómetro.
Montblanc / Poblet pasando por varios Monasterios del Cister.
A las 8 30’ arrancaba de Montblanc por pistas divertidas que iba enlazando sin mayor dificultad siguiendo el rutómetro, llegué al primer Monasterio de la ruta, Santes Creus,
almuerzo, paseo y sigo la ruta hacia el Pont d’Armentera y sigo ruta hacia Vallespinosa,
En algún cruce me desvié de la ruta pues llego al Castillo de Saburella que tenía que haber dejado a mi derecha sin llegar a el, decido visitar las ruinas y luego regresar a buscar la ruta.
La pista acaba a unos 200 metros del castillo, a el se llega por un sendero pedregoso y como soy muy chulo y suelo olvidarme de que no soy un chaval, decido subir con la moto.
Al llegar a la altura de la mole ruinosa del castillo una piedra cambia la dirección de la rueda delantera y me salgo del sendero, la moto intenta ahogarse repetidas veces, veo el indicador de temperatura bastante alto y en el intento de regresar al sendero me quedo atascado.
Para la moto para recuperar fuerzas, y tras un descanso vuelvo al ataque, la desatasco, empiezo a avanzar paralelo a la vertiente rumbo al sendero, siguen los ahogos, gas, patinazo, más gas rebrincada y al suelo.
Control de daños: Nada aparente.
Intento posicionar la moto para facilitar el levantamiento, arrastrándola y moviéndola poco a poco…
Control de daños: Rascadas varias en plásticos, retrovisor cascado.
Me posiciono de frente, pues de espaldas como es recomendable levantarla me es imposible, empiezo a subir, 20º…25º… 30º, 35º 40º, no puedo más, la apoyo en mi prominente barriga (de algo tenía que servir la condenada…) busco apoyo para las botas, cambio de posición las manos para intentar el ataque fina, ¡¡Ale hop`!!! y… un extremecedor crujido en la parte trasera de mi pierna derecha entre el pié y los gemelos me tira al suelo dejando caer la moto “one more time”.
Control de daños: La moto ni la miro. Me saco la bota y veo que mi pie derecho se mueve con una sospechosa facilidad, siento al tocarme un insoportable dolor en la zona del crujido…
Me calzo y mediante el móvil pido ayuda al amigo más cercano que se encuentra en Valls preparando su comida familiar, lo deja todo y acude a la ayuda.
Gracias a su preparación física logramos levantar la moto que lógicamente se niega a ponerse en marcha, a base de motor de arranque en 1ª y empujando por detrás la volvemos al sendero que bajo sin motor y una vez en la pista 2ª y en marcha…
El embrague se ha quemado, al llegar a 4000 vueltas no aguanta y patina, voy tranquilo por la carretera rumbo a Barcelona…
Llegando al Arbós la pierna se queja de dolor, la barriga de hambre (ya deberían ser como las 5 de la tarde) paro y veo que tengo una pérdida de refrigerante por un manguito (Con razón el indicador de temperatura estaba siempre al mínimo, ya se había quedado sin presión). Me como un bocata, compro hielo para mi pierna y agua para el rediador, intento reparar el manguito con cinta americana y reinicio el regreso.
Dos Km. Y la chapuza empieza a perder agua, paro en una gasolinera llamo al RACC y a esperar.
Llego a Barcelona saludo a la familia, nos vamos al Clínico y …
Conclusión: Nunca deberíamos salir solos y si no hay más remedio, nunca busquemos problemas adicionales saliendo de las pistas.
La amistad es el tesoro más preciado que tenemos y no siempre sabemos cuidar y valorar.
No me arrepiento de mi salida del Sábado, me ha servido para tener unas experiencias que no olvidaré en mi vida.
Un saludo y nos vemos por esas pistas pasado el Verano, quizás en Otoño…