Tres amigos decidimos quedar en un punto equidistante de nuestros boxes residenciales.
En Pobra de Brollón trás alegrarnos por el reencuentro, salimos en dirección norte.
La Transalp llevaba con la lengua fuera a las Africas.
La tarde está espléndida para cualquier cosa.... pero ahora toca moto.
Pronto dirijo la horquilla hacia una fácil pista de tierra. Me detengo para hacer alguna
foto y me superan los colegas.
Hemos llegado a la ermita de San Vitorio, un paraje singular.
Mis compañeros le están pidiendo algo al santo.
Sobre la capilla cuelga un roquedal con un mirador al que luego iremos en moto.
Alcanzamos la atalaya natural por pista. El corte vertical es considerable y la ermita
parece diminuta.
¿Esto aguantará? "Claro, lleva siglos así... y si cae ahora menudo documento fotográfico me sale."
Las monturas...
... y con los forajidos
Salimos al galope
Un poco por lo negro y de nuevo estamos por guapas pistas.
![]()