Hace un tiempo vi esta foto que me resultó atrayente. Investigué algo sobre ella y hubo suerte, estaba situada a 80 km de casa.
Dispongo de tres horas, a las 10.15 la moto calentándose altera la rutina de los cuadrúpedos domésticos. El frío y la niebla ya irán cediendo.
Hago un pequeño desvío para pasar por el río Avia en Leiro, tierra del vino del Ribeiro. Guapo entorno.
Sin embargo por la nacional de Pontevedra ahora es feo el panorama, no son árboles otoñales, son los esqueletos de un incendio.
Nos desquitamos investigando por lo marrón. Nada como un pisteo para olvidar el aroma a chamuscado.
Volvemos a la carretera para rodar por una zona tan envolvente como deslizante en las zonas de mas umbría.
En la parroquia de Castrelo (debe de haber en Galicia mas de cien lugares con este topónimo) a la casa del cura se le hundió el tejado, el clérigo debió pensar que se le venia el cielo encima…
...y delante hay un “cruceiro” representando a la Virgen de los Dolores con una espada en el corazón. Es el quinto dolor de los siete que la caracterizan.
Ya nos estamos liando por otra pista y tengo el tiempo muy ajustado, que le vamos hacer, curiosidad de niño, cualquier cosa me llama la atención.
En fin. Veo señales de humo que me indican la dirección a Forcarei. Obedezco al ancestral whatsapp indio.
Atravesada esa capital municipal pregunto y me dicen que estoy cerca de mi objetivo. Me lo tomo con calma, las vacas para producir leche no deben “estresarse”…
...aunque es un servidor el que se agobia. Un antiguo chinazo en el objetivo de la cámara chafa todas las fotos al contraluz.
Un placer: Pilotar por aquí en otoño y ¡sin lluvia!
Saco la pata y apoyo la moto….
...bueno, esperar que abro el plano...
Hemos llegado a la ermita de San Mauro (San Amaro)
No me pude resistir y empujé la moto hasta la nave. Alguno dirá que es poco respetuoso pero no dañe ni el musgo del suelo. En todo caso si ha llegado a este estado ha sido por la dejadez de sus responsables….
...aunque doy por hecho que iban a ser los lugareños y no la jerarquía los que iban a pagar su reconstrucción.
Desconozco como ocurrió este abandono, no conseguí información. Tal vez en el pueblo mas cercano, Meavía, sepan algo pero estoy fatal de tiempo para volver y charlar con calma. Tendré que volver. Con sumo gusto.
Merodeo y observo un poco mas. Solo se escucha la respiración y mis pasos.
Toca abandonar este lugar mágico. Un poco de pista y al asfalto.
Es un retorno apresurado, casi precipitado pese a que el entorno es para observarlo como se merece realmente. Pero me espera una tarde de turno laboral.
Al tirar las llaves en la mesa a toda velocidad descubro otros colores....
...pero me quedo con las tonalidades naturales todavía en mi retina,
a donde me llevó la moto.
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Iniciado por Dimoni
