Esta es la crónica de MI viaje a LASILLA 2016, compartido con otros traileros foreros y no foreros del MCTM. Puede acercarse más o menos a la realidad, pero es la forma en la que lo he vivido. La iré poniendo por etapas de 2 días, porque no tengo mucho tiempo de ponerme a escribir.
Mucho lío para tener la moto lista para el viernes, tanto que da para varias crónicas, y que si lo pongo aquí dejaríais de leer al sexto o séptimo párrafo. Al final casi tengo que abortar misión, y finalmente inicio el viaje con la documentación provisional y asumiendo que fugaba anticongelante y que tendría que vigilar temperatura y rellenar de vez en cuando (afortunadamente no iba a hacer calor).
Primera hora de la tarde del viernes 02-12-2016, cargo el equipaje, aunque decido dejar el equipo de acampada, ya que aún no tengo estudiado como llevar tantos bultos en esta moto y con todo cargado soy incapaz de subirme a la KTM (con las previsiones meteorológicas que tenemos tampoco era muy buena idea acampar).
Salimos tardísimo (sobre las 18:00) porque Ricardo (sobrino en MCTM) ha conseguido las defensas de su Tenere a última hora y ha aprovechado para montarlas, y yo también he tardado muchísimo entre unas cosas y otras.
A mitad de camino la KTM se queda sin luces en el faro delantero. Paramos, desmontamos frontal y tras un buen rato vemos que hay un cable que se ha salido de su clema. Pelar un poco, ponerlo en su sitio, encintar y listo.
Volvemos a estar en marcha, pero hemos perdido mucho tiempo y el cansancio empieza a notarse, más por los preparativos que nos han hecho trasnochar esta semana que por los kilómetros recorridos.
En la primera mitad del viaje voy delante. Me cuesta localizar a Ricardo entre el tráfico, ya que deja mucho espacio entre su moto y la mía, y mis espejos vibran y no tienen una imagen nítida. A menudo tengo que aminorar la marcha para esperar a que aparezca. Para colmo mi GPS “black pata” no localiza bien los satélites y se queda clavado en la ruta sin avanzar.
La segunda mitad la hace Ricardo delante, cosa que agradezco porque me cuesta mucho mantener la concentración y llevar una velocidad constante, por no hablar de GPS, que sigue sin encontrar satélites. Por fin estamos en el hotel y aparcamos junto a la Tenere de Roberto (Roberto85 en MCTM). Es la 01:15, y en recepción no tienen otra llave, así que toca despertar a Roberto.
Me subo el Akra a la habitación para deleite de mis compañeros de cuarto. Al parecer empieza a rugir con dbkiller, pero pronto pasa a tronar sin el, así que os recomiendo tomar nota para próximos acontecimientos y evitar compartir habitación conmigo, porque ronco en estéreo cual oso en plena hibernación (se recomienda pagar una habitación individual “a escote” para evitar estos males, jejeje).
Es sábado, y nos disponemos a iniciar ruta, no sin antes desayunar la ensaimada que han traído los mallorquines Jordi y Juan Carlos, bajo amenaza de no dejarles participar.
Estoy tardando bastante en cargar la moto y ponerme el equipamiento, mientras los demás esperan impacientes el comienzo de la prueba. Anto va a guiarnos en un primer enlace por carretera para salvar una zona problemática, que no empecemos atascados en el barro y llevemos a buen fin la búsqueda de LASILLA. Finalmente el grupo sale mientras yo termino de ponerme los guantes, y cuando salgo ya no les veo. Sigo sin cambiar de dirección y al fondo me parece ver una moto en la autopista, así que en la siguiente rotonda cojo la salida que me incorpora a dicha autopista y le doy caña hasta que les cojo.
Casi llegando al final del enlace por asfalto, con vistas espectaculares a Sierra Nevada, me doy cuenta de que las Teneres de Roberto y Ricardo no están en el grupo. Se lo comento a Anto y a Chato, pero no saben nada de ellos. Ya han salido todos, excepto nosotros. Anto les manda un mensaje y nos ponemos en marcha, yo necesito guía porque el cargador de mi GPS ha dejado de funcionar y la batería no está para muchos trotes, además sigue cogiendo los satélites cuando le da la gana.
Hacemos varias pistas fáciles y nos vamos reagrupando en los cruces. Casi todos con motos gordas con tacos, con mixtas (de verdad), o de carretera. Las más ligeras mi 690 y las Teneres, aunque van muy cargadas. En una de estas paradas aparecen Ricardo y Roberto, que se unen a Anto con su Tenere 660, a Chato con su KTM 990 Adventure y a mi.
Es mediodía y paramos para rellenar anticongelante porque mi 690 sigue fugando. Quiero llenar el radiador, en lugar del bote de expansión, para comprobar cuanto ha perdido. Intentamos varios métodos de llenado, y al final la mejor opción parece ser la de succionar con un macarrón y dejar que caiga por si solo. Funciona y no hay que rellenar una barbaridad. He de decir que debo mejorar esta técnica, y que el anticongelante sabe mejor que la gasolina, ejem ejem.
Aprovechamos esta parada para dar buena cuenta de unos bocatas, y leemos un aviso de unos compañeros que dicen que esquivemos el siguiente tramo que tiene mucho barro, y que han tenido que desmontar varios guardabarros bajos.
Esto nos ahorrará bastantes problemas y retrasos haciendo un pequeño tramo de carretera, tras el cual nos volvemos a encontrar con algunos compañeros en una gasolinera. Me percato de que he perdido un tornillo de uno de los anclajes del soporte de maletas, así que los compañeros siguen camino y me quedo con Anto y Chato. Buscamos un tornillo, y una vez puesto y repostado seguimos camino, cruzamos un túnel en medio de un camino, cosa que me sorprende porque no creo que sea muy habitual.
De repente nos encontramos de frente con Ricardo y Roberto, que andaban perdidos, y se vuelven a unir a nosotros.
Seguimos hasta un cruce, donde nos llegan noticias de que una Tiger se ve obligada a abandonar por problemas mecánicos provocados al parecer por una pequeña caída. Anto y Chato se interesan por el compañero y estudian si hay alguna posibilidad de echarle una mano, pero parece que van a acercarse a la carretera y a pedir una grúa.
Hemos parado un momento en mitad de una pista, retomamos la marcha en seguida, pero al salir doy con mi alforja derecha en la maleta izquierda de la Tenere de Roberto, que parte su anclaje. Ponemos una cincha y seguimos camino. No creo que vuelva a llevar alforjas tan anchas si puedo evitarlo, la moto no pasa por ningún sitio.
Empieza a oscurecer, y llevamos toda la tarde bajo una lluvia fina e intermitente que no molesta es exceso. Estamos ocho compañeros de ruta juntos decidiendo si seguir por carretera un rato o si quedarnos allí a dormir.
A pesar de que quedan muchos kilómetros para el fin de etapa propuesta por la organización decidimos quedarnos en un "acogedor" hotel.
Hoy toca compartir habitación con el pobre Jose, que le tocará soportar mi “Akrapovic Pulmonar Night Edition”. Ricardo y Roberto son conscientes de que no paso la ITV con semejante nivel sonoro, y logran eludirme.
Vamos a cenar. La comida muy buena y la sobremesa entretenida charlando de lo divino, de lo humano, e incluso de motos. Además recibo un cursillo intensivo de Gerardo, que me da las nociones necesarias para defenderme con mi GPS “black pata”, aunque sin meternos en WP, que ya pertenecen al temario del siguiente curso para novatos de “como usar el GPS sin perderse en el intento”.
Después de la primera copa Chato y yo nos ponemos a trastear bajo la lluvia en la KTM para ver si conseguimos devolver a la vida al cargador del GPS. Se suma a nosotros Gerardo, que resulta fundamental para comprobar mi GPS en su cargador y viceversa. Detectamos que el problema es falta de masa, y dejamos el cacharro funcionando antes de acostarnos unos y de irse a por la penúltima otros.
Continuará ...
Enviado desde mi GT-I9505 mediante Tapatalk