La moto tiene muchos matices. Un paseo o viaje pude ofrecerte todo un catalogo de sensaciones, desde el placer a momentos de hartazgo. Y mentalmente desde no pensar en nada (meditación) a ser invadido por vendavales de ideas, nuevas o reiterativas.
Todo esto viene a cuento porque en una ruta mañanera de hace unos días, mientras rodaba hacia una modesta sierra, evocaba a la vez unos recuerdos de mi niñez. Dentro del casco convivían el presente disfrutando de la trail y un pasado recordando las vicisitudes de dos coches que me sedujeron de pequeño
Pronto estamos cerca del Miño y decidimos subir a un monte cercano. Tras meterme en algunos líos alcanzo su cumbre.
Cuando vuelvo hacia la moto me siento compañía. Unos caballos autóctonos pasan muy cerca….
...sois primos de los asturcones asturianos, digo en voz alta. Al instante vienen a mi memoria dos “Prototipos” de lo años 70. El “Asturcón” y el “Alpinche”. Sonrío recordando a mis amigos comprando comics mientras uno cambiaba revistas usadas de “Autopista”.
Descendemos para admirar el entorno de una escondida ermita. Cambio ruta sobre la marcha y nos me encamino hacia la sierra do Burgo, en las cercanías de Cabeza de Manzaneda.
Abajo queda el valle de Maceda y luego por unas pistas merodeo las orillas del río Mao. Fría mañana en esta zona pero una luz muy guapa.
El Asturcón de Melquiades Argüelles tenía inicialmente el chasis y suspensiones del Dauphine y un motor 1300cc Gordini de 115 cv.
La base del Alpinche era un Alpine A110 con motor Porsche 2400cc 210 cv de un 911 accidentado.
Tras unas cuantas curvas y cultivos ya distingo al fondo la sierra. En Marrubio hay un curioso conjunto religioso.
Ya por tierra alcanzo el cordal de la sierra.
En las subidas de Asturias el Asturcón era temido. En su última versión era un 1600 de 160cv para tan solo 650 kg.
Conducido por su creador, Lalao Reverter, el Alpinche acabó su evolución con un motor de 270cv y suspensiones de Porsche.
Pisteando por la sierra do Burgo las panorámicas son de lo mejor.
![]()