Después de tanto darle la murga a la parienta y de devanearme los sesos sobre qué moto comprar... ¡por fin pude hacer mi primera salida-light con mi nueva (aunque vieja) kle!

He disfrutado por las pistas como un niño chico. Claro que iba despacio, despacííísimo, pero bueno, no era plan de besar tierra tan pronto, ya me hiré haciendo a la moto. Sólo he hecho unos cincuenta kilómetros por pistas y unos 40 por carretera, pero he acabado cansado, sobre todo de la pierna derecha... tal vez sea también cuestión de acostumbrarse. Bueno, se me ocurrió meterme por un ribarzo fuera del camino... uff, ahí lo pasé un poquito mal... menos mal que lo bajé sin más problemas... Mi primer ribarzo

Para bajar me dí cuenta de que la cadena estaba destensadíísima, y como soy un agonía he sacado de la mochila todas las herramientas (llevaba casi todas las que tengo) y me he puesto a tensarla... aunque creo que evidentemente mal. En la marca de la derecha está en la última raya, en la de la izquierda en la penúltima... pero es que de otra manera se me antojaba demasiado cerca del plástico que cubre la cadena y con demasiada luz a la derecha... Pero mal está, porque bajando notaba un ruido como si estuviera rozando la rueda en vete a saber donde... ¿cómo se hace bien exactamente? Es que ahora noto la rueda como si fuera de lado.

Bueno, un saludo. Ah, no veais, al dejar la kle donde la guardo y coger la Vespa para volver a casa... me sentía encima de un patinete.

Au.