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Vieria do Minho y Nossa Senhora da Lapa.



¿Por qué esa querencia de las Vírgenes por las grutas?


¿O viceversa?


Moto a la sombra y ascenso a un cercano balcón panorámico.


El collado del fondo marca la frontera norte.


Una dura carretera granítica...


...lleva a Cabril, zona más suave vegetal.





Un "pingo direto" algo así como un café cortado, siempre reconforta.


Embalse de Paradela. Un relajante banco bajo un tendal.


El trasero cambia la madera por el skay para llegar a Pitoes das Junias.





Pitoes se traduce por pitones. Basta ver sus montañas para comprenderlo.





El río Salas ya está a este lado de la frontera.


Un dolmen con tres mil años de antigüedad es todo viaje en el tiempo.



Ahí estaba y ahí queda.



No es la 66 pero la ciudad marca el final de ruta.