Aunque el personal sigue con las leyendas urbanas de que si son motos de competición y tal y cual, la moto es perfectamente usable a ritmo pachanguero, nada que ver con la 990 con la que ya sabes que hay que emplearse con el gas con cuidadito en primera, además el tacto del gas tiene varias posiciones (Jaume lo explica muy bien), el motor es lineal, progresivo, sale sin titubeos desde ralentí y sin los traqueteos tipicos de los LC8 por debajo de 3500. Estira como un jabato y es divertidisimo. Menos bajos que la yamaha pero mas alegre.