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mugire
Jaime habíamos desechado la idea de abandonar el asfalto por allí, y en verdad tampoco vimos lugares que tentaran excesivamente a hacerlo. Únicamente teníamos previsto acercarnos por pista al castillo de Dunvegan, en la isla de Skye, y llegado el momento escuchamos eso de: yo por ahi no voy, os espero allí...; así que finalmente pasamos de realizar la incursión. Con las motos cargadas hasta el carel no era muy atrayente. Al no tener intenciones de abandonar el asfalto, ni nos molestamos en informarnos sobre la legislación al respecto. Solamente como curiosidad mencionaré que coincidimos en un pequeño ferry no muy lejos de Fort Arthur con un motero de Leeds que se había acercado hasta allá a contemplar un trial clasico, aunque nosotros no vimos remolques ni motos que indicaran de su existencia.
Tino eso del tiempo nos tuvo sobre ascuas todo el viaje. Tengo conocidos a quienes en pleno agosto les llovió los doce días que estuvieron, y en verdad que el viaje pierde mucho en esas circunstancias puesto que la visibilidad merma, los paisajes pierden cantidad, y ademas de tener que prestar mas atención, aun, a la hora de rodar y el hacerlo vestido con la equipación de lluvia completa durante varias jornadas seguidas llega incluso a asquear. Tuvimos muchísima suerte en ese sentido.
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