Hola nois:
Sábado 5 de agosto, 6,39 de la mañana... hoy me tomo el día libre... tengo una inmensa sed de moto, Kms. Y misterios... Después de un ligero desayuno, carretera y manta... bueno en éste caso chaquetón... El destino de hoy: Rennes-le-Château, seguro que os suena, un pueblo medieval amurallado, así como un municipio en el departamento de Aude, en el área del Llenguadoc (sur de Francia), aunque por aquí solemos decir la Catalunya Nord, al lugar por donde transcurrirá la mayor parte del recorrido. La zona es conocida por sus montañas coronadas por castillos y torres, profundas gargantas, bosques, cuevas, altiplanos remotos, y su fácil acceso al Mediterráneo.
Situada bastante tierra adentro como para ser lugar de establecimiento para los mercaderes del Mediterráneo, para los fugitivos para esconder su botín, para los peregrinos para descansar antes del arduo cruce por las montañas para ir a Compostela, el valle del Aude esconde muchos secretos y especialmente el de un tesoro escondido.
Como la distancia es larga 260 Kms. Y algunos más, pues quiero ver algún otro lugar, me planteo tomar l’Eix Transexual, l’A-7 hasta Perpinyà y desde allí la carretera que pasando por Etagel y Maury, llega hasta Quillan y desde allí a la cercana meta inicial.
Primera parada para tomar un café con leche y hacer un pis... Curioso el ambiente sabatino en éste pueblecito – Etangel-, del Rosselló, como en todas partes a éstas horas (las 8-8,15) la gente va atareada de un lado a otro, a buscar el pan, los croissants y l’Independent el diario de por aquí... yo sentadito en la terraza del bar, puedo observarlo con los ojos de quien sólo tiene que disfrutar el momento...
Quien dice que la 1150 GS es incómoda?, o que nuestras motos no soportan bien las rachas de viento de hasta 55 Kms/h? Que si vibran... que si el motor boxer no se que... Estáis muy bien acostumbrados... está bien ser exigentes, pero a veces creo que somos muy tiquiñiflis... Las BMW pesan, claro que pesan, pero sólo en parado...
Rodando por las carreteras departamentales se disfruta bastante, máxime cuando a éstas horas aún no hay demasiado tráfico. Fijaros en las ramas del árbol de la izquierda, hacía viento de verdad, tomando alguna precaución, la GS se mantiene bien en su trayectoria, mucho mejor por ejemplo que la Transalp o la GPZ mis anteriores motos...
Una vez llegado a mi objetivo me dejo llevar por mis sentidos extrañamente abiertos… Recorriendo el pueblo, destaca por su estilo medieval, hay una iglesia del siglo IX, por todas partes restos de construcciones medievales, símbolos arcaicos, etc... y como se dice por ahí: “jamás se podría pensar que este lugar pudiera esconder las claves que podrían abrir las puertas del misterio más grande del mundo”, je je je...
En los últimos años este pueblo a recibido una gran cantidad de turistas debido a una leyenda moderna sobre el párroco Bérenger Saunière, el boom turístico se debe también al éxito de ventas de Dan Brown, El código da Vinci, en el que se narra algo de lo que se supone que aquí aconteció...
Leyenda sobre Rennes-le-Château
Antes de proseguir me gustaría dejaros claro a todos que no pretendo en absoluto afirmar ni negar nada sobre lo que voy a tratar en estos posts, tendré mis propias ideas y conclusiones, pero me limito en la medida de mis posibilidades a exponeros unos hechos o conceptos extraídos de diversos autores, con la única intencionalidad, manifiesta, de introduciros el gusanillo y si es posible de haceros pasar unos momentos tan agradables como los que yo he pasado haciendo ésta excursión... Aunque algunos les resulte difícil de creer soy mas bien incrédulo y bastante escéptico...
En ésta leyenda se dice que el antiguo párroco Bérenger Saunière habría encontrado unos documentos, o un tesoro secreto cuyo contenido está poco claro, en uno de los pilares del altar de la iglesia mientras llevaba a cabo una reforma de la misma; cuestión que en su día corroboraron dos de los seis obreros que trabajaron en la obra, que fueron supuestos testigos, y que aún vivían en 1958. Actualmente debido principalmente a este libro (el Código), se atribuye que los dos pergaminos de dudosa veracidad que están reproducidos y expuestos en el museo del propio pueblo, pertenecerían supuestamente al secreto que fue encontrado por Saunière. En uno de ellos muestra el árbol genealógico de la dinastía Merovingia, la cual según una teoría eran descendientes de Jesús. (Sang roayale, sang real = Sangraal-Santo Grial???)...
Para no aburriros con toda ésta historia, veamos un resumen:
Entre los reyes merovingios que fueron conspiratoriamente depuestos del trono francés hace más de mil trescientos años se citan asimismo a los sicambros, descendientes de la tribu judía de Benjamín, que emigraron sucesivamente a la Arcadia, a Sicilia, a los Alpes y a las orillas del Rin. De Meroveo hasta Clodoveo, los reyes merovingios, apodados los Ursus, fueron paganos entregados al culto de Diana. El famoso jarrón de Soissons contenía muestras de la sangre de los treinta y nueve primeros reyes francos, que fueron merovingios. La dinastía de los carolingios y la de los capetos (el rey Felipe el Hermoso, destructor de la Orden del Temple, era un Capeto) no eran legítimas, ya que el último rey merovingio, Dagoberto II, asesinado en el año 679 cerca de Stenay, en las Ardenas, tenía un hijo, Sigisberto IV, que escapó a la suerte de su padre, fue salvado por un tal Meroveo Levy, puro sicambro, quien le llevó en secreto a Rennes-le-Château. Sigisberto IV, llamado Plant-Ard (Retoño Ardiente), se casó con la hija del rey visigodo español Wamba y dió nacimiento al linaje de los condes del Razès, del que provenían también los Blanchefort.
Este linaje es el único que puede pretender legítimamente al trono de Francia. Tal era, según el secreto genealógico-dinástico contenido en los pergaminos encontrados por el abate Saunière en la Iglesia de Rennes-le-Château y que estaban acuñados, por el sello de Blanca de Castilla. El linaje cripto-merovingio se perpetuó en la sombra hasta nuestros días, de modo que el "Rey Perdido", el "Gran Monarca" (pues este regio linaje tendría su origen en el vástago del propio Jesús tras su unión con Maria Magdalena, que fue llevada tras la crucifixión clandestinamente a la Galia donde se refugio, pues ya existían allí comunidades judías), está presente de incógnito entre nosotros. Cuando llegue el momento, se manifestará.
Símbolo cátaro en las calles de Rennes le Chateau...
Pero el Rey Perdido no lo estaba para todo el mundo, ya que hacía mucho tiempo que una temible sociedad secreta, el Priorato de Sión, conocía el secreto. Esta sociedad tuvo su nacimiento en la unión de tres grupos de iniciados:
* por los últimos esenios, la secta judía de la que procede el Cristianismo y a la que se deben los manuscritos del Mar Muerto (Qumram).
·los monjes de la abadía del Monte Sión, fundada en 1099 en Jerusalén por el jefe de la Primera Cruzada, Godofredo de Bouillon, que era un sicambro;
·los seis (o trece) Sabios de la Luz, discípulos de un tal Ormus y que tenían como emblema la Rosacruz y,
El Priorato de Sión se proponía como doble objetivo propagar el Cristianismo esotérico de San Juan y defender la cripto-dinastía merovingia. La Orden del Temple, creada en 1118, no era más que su brazo secular, al que proporcionaba ya fuese sus Grandes Maestros oficiales, ya fuese sus Grandes Maestres secretos.
Vista del castillo de Rennes le Chateau...
Estos hechos no pueden ser totalmente despreciados debido a ciertos detalles históricos: En el año 886, el "Retoño Ardiente" de la estirpe merovingia, Sigisberto IV, ya había devenido en un amplio y complejo árbol genealógico. Bernard Plantavelu y los duques de Aquitania constituían una de sus ramas genealógicas. Había otras ramas también, pues los documentos Prieuré declaran que Sigisberto VI, el nieto de Sigisberto IV, era conocido como el "príncipe Ursus". Entre 877 y 879 el "príncipe Ursus",; fue proclamado oficialmente "rey Ursus", al parecer en una extraña y muy esotérica ceremonia eclesiástica celebrada en Nimes. Con la colaboración de los nobles Bernard de Auvergne y el Marqués de Gothie encabezó una insurrección contra Luis II de Francia en un intento de recuperar su legítimo patrimonio. Varios historiadores nos confirman que tal insurrección tuvo lugar entre 877 y 879. Estos historiadores aluden a Bernard de Auvergne y al marqués de Gothie, si bien no dicen que el líder de la insurrección fuese Sigisberto VI, pero hay alusiones a un individuo llamado el "príncipe Ursus".
Según los documentos Prieuré, Godofredo de Bouillon - en virtud de su bisabuela, que casó con Hugo de Plantard en 1009 - era descendiente por línea directa de la familia Plantard. O sea que; Godofredo llevaba en su estirpe sangre merovingia ya que descendía directamente de Dagoberto II, Sigisberto IV y el linaje de reyes merovingios.
Durante cuatro siglos la sangre real merovingia se mezcló a través de numerosos árboles genealógicos. Finalmente, parece que dio fruto. Y el fruto fue Godofredo de Bouillon, duque de Lorena. Y aquí, en la casa de Lorena, estableció un nuevo patrimonio.
Para sus propios ojos, y ante los de sus seguidores, Godofredo sería más que duque de Lorena. De hecho, sería un rey legítimo, un pretendiente legítimo de la dinastía depuesta con Dagoberto II en el año 679. Pero si Godofredo era rey legítimo, era también rey sin reino; y la dinastía capeta de Francia (a****da por Roma) estaba demasiado consolidada para que pudiera destronarla.
Detalle de una fachada...
Baigent, Leigh y Lincoln se preguntan: ¿Qué se puede hacer si se es rey y no se tiene reino? Quizá buscar un reino. O crearlo. El reino más precioso de todo el mundo: Palestina, la Tierra Santa, el suelo que pisara el mismísimo Jesús. ¿Acaso el gobernante de semejante reino no sería comparable a cualquier otro de Europa? ¿Y acaso, al presidir el más sagrado de los lugares de la Tierra, no se cobraría una dulce venganza de la iglesia que traicionara a sus antepasado cuatro siglos antes? Por cierto aquí vinieron a mi imaginación las imágenes de la película el Reino de los Cielos de Ridley Scott.
Edward Norton caracterizado como Balduino IV de Bouillon Rey de Jerusalén –hermano y sucesor de Godofredo en la peli...
La pregunta queda ahí... pero entendemos que la respuesta es lógica y clara y más si tenemos en cuenta la importancia que tenía Jerusalén para todo el Cristianismo, hasta el punto de que muchos reyes y emperadores abandonaban sus reinos para ir a conquistar estar tierras santas poniendo en peligro no solo el reino abandonado en Occidente sino que también hasta su propia vida.
Evidentemente toda ésta parrafada es muy, pero que muy discutible, pero era lo que yo iba recordando mientras paseaba por las calles de aquella pequeña población tratando de impregnarme del ambiente mental adecuado, fijándome en todos los detalles que se abrían a mi alrededor, antes de penetrar en el meollo de lo que me había llevado hasta allí...
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