Este finde he podido exprimirla a fondo. Estuvimos en la zona de la tormenta perfecta: Beceite, Maestrazgo, Sur de Tarragona. Había caído agua para aburrir: ríos desbordados, barro a granel pero en la mayor parte del recorrido el terreno había drenado bien y estaba de vicio.
Para más inri he instalado unos neumáticos de cross: Michelín S12 que agarran lo que no está escrito.
Con esta combinación lo único que me hacía ir un punto por debajo del ritmo que quería es llevar el equipaje a cuestas. Aún así he flipado.
La moto va sobre raíles. Casi me costaba hacerla derrapar. Controlable en todo momento pero manteniendo sin sobresaltos un ritmo altísimo (para mí ).
Las suspensiones se lo comen todo. Dan la impresión de ser muy blandas pero es dificilísimo llegar a hacer tope. Y la rueda siempre pegada al suelo.
Hasta ahora nunca había probado nada igual, es impresionante. Hemos hecho casi 400km con zonas bastante complicadas y pedregosas y no me he cansado a pesar de lo desentrenado que estoy y de ir muy ligero. Lo más agradable es esa sensación de control. De vicio.
Para este tipo de salidas creo que es muy difícil encontrar algo mejor: es cómoda, manejable, con autonomía, capacidad para equipaje... incluso es divertida si hay que hacer algún enlace por carreteras reviradas.
Un compañero iba con una KTM 500 de las nuevas con desarrollo más largo y está encantado. Lo único que va a tener que hacer es poner un depósito más grande, algún tipo de transportín y un asiento más cómodo.
También creo que es una gran opción aunque con mi 450 voy sobrado