Sobre las once y media salimos a hacer la ruta del viernes, 150 kms por pistas con algunos pequeños tramos de enlace por asfalto.
Aún no llevamos ni 3 kms que debemos atravesar la Ribera Salada, un riachuelo con un flujo rápido de un par de palmos pero en el cauce todo son piedras grandes que traban la rueda y resbalan muchísimo, nos cuesta trabajo pasar.




La ruta continúa entre campos, bosques, pistas y senderos.











Por las pistas más anchas hay una polvareda impresionante.
Estamos siguiendo a un grupo de endureros que levantan una polvareda que no deja ver por donde pasas y vas siguiendo la luz roja de la moto de delante. De pronto pierdo la lámpara de Xavi, aflojo, salgo de la nube, miro atrás y los veo él y moto demajo del margen.
Él no se ha hecho nada però la moto (una GS1200) está bastante destrozada (luz, cúpula, plásticos, ..) y no se pone en marcha: el cuentakilómetros se había roto, conseguimos enchufarlo de nuevo y la moto arranca y puede continuar tranquilamente hasta su casa.

Marcos ya había marchado, nuestro ritmo tranquilo le entretenía demasiado, Xavi vuelve a casa y sólo quedamos Roger y yo.
Cerca de Solsona paramos a comer y repostar (la Super Teneré de Roger bebe grandes cantidades de gasolina y aceite) y continuamos la ruta fácil hacia Olius, Cambrils y hasta encontrar el pantano Oliana y de ahí hacia Bassella.











Llegamos a Bassella, vamos a la gasolinera a llenar los depósitos para mañana y quitar el polvo de la moto y engrasar la cadena ... y nos quedamos un buen rato en la terraza tomando una cerveza y comentando las aventuras del día.
Llegamos a la zona de acampada donde al poco rato cenamos, y luego y tomando una copas hacemos la charla con los demás participantes.
Vamos a dormir temprano ... estamos reventados!