Y tomo la arriesgada decisión de salir yo solo a la caza del grupo, por si se han detenido en la bifurcación, ya que el siguiente Waypoint queda lejos y no quiero dejar a Jose solo demasiado rato...
La siguiente media hora fue digna de película de suspense. El entorno, la escasa visibilidad, las dunas invisibles... y la soledad... miles de cosas pasan por la cabeza... empezando por el habitual ¿qué coño hago aquí, solo y deambulando en un rincón perdido buscando tres motos?... aguja en un pajar.

Como no podía ser de otra manera, no encuentro a nadie y regreso a Jose para al menos compartir las penas... Pero un inesperado rayo de luz nos ilumina cuando en una zona sin recepción de telefonía me ”entra” un SMS de TINO, citándome en el siguiente Waypoint... pero con un tiempo límite imposible a 20 minutos de la hora del momento, con muchos kilómetros de distancia... pero esa era la única opción de reagrupamiento. Se lo explico a Jose y le digo que se pegue corto a mi rueda para evitar la nube de polvo, y que se ate los machos que vamos a ir a fondo...

Y así fue... primero por el fes-fes, arbustos y dunitas invisibles otra vez... y una vez en campo más abierto... GAAAAAAAAASSSSSS como posesos mientras los minutos iban cayendo sin remedio. Llegamos al punto previsto 10 minutos después del tiempo límite, por lo que ni rastro del grupo... pero decidimos seguir enroscando hasta dar con ellos. Tras unos kilómetros, atravesando una interminable zona ondulada, me parece ver una diminuta figura contra el horizonte (la tormenta de arena la habíamos dejado a un lado), y ya entro en modo locura total de sexta a fondo... que con la 530 es muuuuuuuchaaa velocidad... hasta completar la caza. Le pego un susto del carajo a Moli cuando le paso como un avión en medio de la nada, y otro similar a Sergio... hasta alcanzar a TINO y pedirle una pausa...

Durante la caza desenfrenada he estado barruntando diversos temas, pero al final cierto cabreo prevalece pues el grupo no ha respetado las normas de ruta por las que siempre hay que vigilar al que nos sigue... Para acabar de arreglar el instante.... cuando nos disponemos a reanudar la marcha... la 530 no avanza, como bloqueada. Para el asombro de todos, la rueda trasera ha desllantado y el mousse queda a la vista. Problemón... precisamente por montar mousses, no llevamos material de reparación de ruedas, por lo que la jornada para mi se termina en ese punto, a más de 200km de desierto del hotel....