Me acerco ya a los 7000 km con mi “S” estrenada a principios de marzo, y no puedo estar más de acuerdo con la prueba de Jaime (sin que nadie se me ofenda, siempre he dicho que los ex-trialeros tienen –tenemos– una especial sensibilidad en conducción por montaña).
En mi caso actualmente hago bastante más carretera que off, y corroboro que en asfalto y carreteras reviradas esta moto es sensacional. En cuanto a sus aptitudes en pistas, sin llegar a exigirle tanto como ha hecho Jaime, he hecho bastantes incursiones en distintos tipos de superficie, adherencia, pendientes y “nivel de rotura”, y mi opinión es que dá mucha confianza, por su óptimo centro de gravedad, por su peso no tan elevado como en otras motos parecidas, y por la altura del asiento muy conveniente para conductores de mi talla (1.74). Y por supuesto por las cualidades del motor. Tan sólo me gustaría que las suspensiones, sin necesidad de tener más recorrido, pudieran tener alguna opción de reglaje.
Yo le he añadido el modo rally, y como dicen todos, le dá un plus de “salvaje” a la respuesta del puño de gas.
En cuanto al tema asiento (el de serie de la “S”, el partido), puede parecer duro, pero he hecho tiradas de bastantes horas y no cansa ni molesta en absoluto. Mucho mejor que otros asientos aparentemente más blandos y cómodos, pero que a las pocas horas ya no sabes cómo ponerte.
Estoy de acuerdo con una revista que dijo de esta moto (la 790 Adventure en sus dos versiones), que es de las que va a marcar época.
Y de las bondades y virtudes del motor, basta con decir que KTM ya está preparando una versión SuperMotard, y que Husqvarna también parece ser que va a sacar un modelo con el bicilindrico en paralelo.