Otro puente más, en este caso sobre el río Neira, un afluente del gran río que protagoniza esta ruta.



La vaca es un animal totémico en la cultura gallega. Aquí tienen preferencia.


Por fin el cielo se abre, se despeja la bruma y llego al primero de los grandes embalses, el de Belesar, que cruzo por la localidad de Portomarín.



Doy una vuelta por este pueblo, cuyos principales construcciones fueron trasladadas hasta su ubicación actual cuando se hizo el embalse. Tal vez ese esfuerzo desarrollado en su día por mantener la villa hace que ahora el centro histórico está tan cuidado.



Tras un recorrido entre callejuelas, encuentro un buen lugar para comer.


En los próximos kilómetros circulo entre montañas. He perdido de vista la corriente …





… pero no dejo de ver pequeñas corrientes de agua, arroyos, arroyuelos, saltos de agua, que alimentan al gran río.



Entrando en Taboada me recibe una pequeña ermita en una carballeira donde los árboles desnudos recuerdan que estamos en invierno.



En Chantada cruzo la feria mientras los feriantes recogen sus bártulos y ...



... me alejo de la carretera principal para alcanzar la coqueta iglesia de San Pedro de Líncora.



Pronto volveremos a ver El Río, pero nos esperan momentos complicados.

continuará