Ayer planifiqué la ruta a seguir ya que no tengo tiempo para ir hacia Altay y llegar a Mongolia. Subiré hasta Barnaul (Rusia) para ir a buscar la carretera P-254 que va de Novosibirsk a Cheliábinsk. También hubiera podido hacer ruta más por el sur pasando por Nur-Sultan (la antigua Astaná) pero ya que no paso por Altay al menos atravesaré los Urales (entre Cheliábinsk y Ufá).
Pero primero tengo que cruzar la frontera de Kazajastán en Rusia, he decidido hacerlo por Shemonaikha, una frontera más pequeña y rápida que la de Semey (Semipalatinsk).

Durante el viaje por todos estos paises me he ido encontrando muchas señales de carretera con una dibujo donde hay un árbol y una mesa. Suele ser un lugar para estacionar pero no hay árboles, a veces hay mesas para picnic, a veces incluso hay lavabos, pero lo que nunca falta es un tipo de estructura para subir los vehículos para echar un vistazo a los bajos, hacer cambio de aceite, etc.

Sin apenas darme cuenta llego a Semey y aprovecho para ir a ver el monumento dedicado a las víctimas de las pruebas nucleares que se hacían en muchos lugares de CCCP, y especialmente a Kazajastán.

Cruzar por la frontera de Shemonaikha ha sido una buena idea, en menos de 20 minutos ya estoy en Rusia, está claro que el cruce de las fronteras entre los países de la Unión Económica Euroasiática (Armenia, Bielorrusia, Kazajastán, Kirguistán y Rusia) lo facilita, la importación temporal de la moto que hice en Kirguizistán me ha servido para Kazakhastan y ahora para Rusia.

Hacia el mediodía me paro en el lago Kolyvanskoye para comer de picnic, lástima que hay mucha niebla que esconde los bonitos paisajes.

Llegando a Barnaul voy directamente al Hostel Izba, tengo muy buenas referencias. La propietaria es una señora muy amable, habla inglés, y me recibe muy bien. Me aconseja un par de lugares cerca para ir a cenar donde hacen shashlik.

Por la mañana lleno el depósito de combustible y desayuno en la misma gasolinera.
Hasta ahora las gasolineras solían ser un edificio donde no podías entrar, había una ventanilla de un palmo cuadrado y detrás estaba la persona que cobraba. En Rusia las gasolineras son semejantes a las europeas: tiendas donde comprar productos para el vehículo, refrescos, cafés y comer algo.

Continúo hacia Novosibirsk y entro en la ciudad para acercarme a la estación de tren donde hace parada el transiberiano.

Hoy me da pereza buscar un lugar para plantar la tienda, está todo muy húmedo por las lluvias de ayer pero los moteles de carretera que encuentro están todos llenos, no sé si porque es sábado y el último fin de semana de julio.
En uno de ellos pido si puedo acampar en un pequeño parque que hay entre el motel y la gasolinera.
Me dicen que no hay problema, por 100 rublos (poco más de 1 euro) me dejan usar la ducha y tengo el lavabo justo al lado.