Con el embrague lo que gestionas es la potencia del motor a la rueda, siempre tienes potencia disponible, te permite regular la velocidad sin perder tracción, con lo que evitas escarbar por acelerones imprevistos, o que necesites mas potencia, y el motor se ahogue, por que metidos en faena, en plena cuesta, buscando la trazada, evitando obstáculos, la moto que se descoloca por una piedra, si encima tienes que plantearte jugar con el cambio, pues eso a jugar con la ley de Murphy.