SIERRAS MARÍTIMAS

[Carlos75]

​​​​.

La atracción del mar siempre ha sido muy fuerte y en cuanto fue posible, para allí arrancamos. Tras una hora del peor camino para una moto -la autovía- ya vislumbramos la anhelada costa.







Sin bajar todavía a la orilla, recorremos los montes que se asoman al sur de la ría de Vigo. En Chandebrito, ardió no hace mucho el pulmón vegetal de la zona. El monumento está realizado con troncos quemados.







Aquí la sensación es extraña, un entorno agradable pero a la vez pesa el recuerdo de las personas que aquí perdieron la vida. Nos aplicamos como terapia una dosis de caminos rapidillos.




Pero cuando no conoces las pistas y a la vez gusta observar el entorno, el rodar como si te persiguiera el diablo es absurdo pues te acaba metiendo la zancadilla.







La moto sin daños y su propietario con leve molestia en una rodilla, quizás debido a un mal gesto al intentar levantar los dos centenares de kilos que por el propio aterrizaje.




Seguimos sin mayor problema la ruta (on-off) hasta los pies de la Serra do Galiñeiro.







Una pista apta hasta para coches de suspensión rebajada, nos lleva a una de sus cumbres.








Curiosamente en esta modesta sierra de 12 kms de longitud y una altura de 711 metros, se formaron varios escaladores de ochomiles.





El día esta cambiante y brumoso lo que empaña las vistas. Las instalaciones de la cima no ayudan a la estética. Abrimos el cofre de la moto y como si fuese una chistera nos sale el menú.





Haciendo una de las cosas que mas nos gusta como es disfrutar de trail, bajamos hacia la costa de Baiona dejando para otra ocasión una visita detenida a los petroglifos de Auga da Laxe.















El inconfundible aire marítimo rodando en moto es una bendición. Los carburadores también lo echaban de menos. Las islas Cíes coronan la ría.








Pasamos una por una zona militar abandonada y poco después nos detenemos en un balcón que se asoma al atlántico.














Antes de volver por la A-52 (con tramos agradables pero autovía) cargamos pilas un rato en cabo Silleiro y despedimos al deseado océano. Embrague, primera y vuelta al interior.