Si el nombre de este foro no fuera el de Motostrail.com posiblemente haría ya un tiempo que hubiese acabado mi rollo en relación a sus historia, pero recordando una expresión que empleábamos en los movimientos populares de la clandestinidad en los tiempos predemocráticos: "nadie nace con veinte años", a la hora para reflejar nuestras desconfianzas sobre algunos que se acercaban; y aplicandolo en relación a las maquinas trail, es mas fácil entender su futuro conociendo su pasado, el contar con un mayor conocimiento sobre su historia nunca nos vendrá mal, y si bien desde las épocas del primer Pais-Dakar para acá, la mayoría lo tenemos mas o menos claro, lo ocurrido con anterioridad se halla por lo general algo mas difuso.
Puesto que nos hallamos al corriente de que en esto del nacimiento de las maquinas trail se hallaron implicados tanto japos como yankees, he dedicado un tiempo a documentarme sobre aquel periodo abarcando diez años antes y después. Lo que hallareis seguidamente es simplemente un resumen de lo que he llegado a asimilar de las fuentes consultadas.
Cuando hace apenas unos dias me lancé a repasar la historia de las maquinas trail no tardé en percatarme de buena parte de los movimientos que actualmente llegan a sorprendernos, emocionarnos, o simplemente considerarlos novedosos, en realidad no son tanto. Hablamos a menudo de las faenas y limitaciones mecanicas generadas por las normativas Euro, aunque nos olvidamos de las restricciones antipolución estadounidense que hicieron prácticamente desaparecer los motores dos tiempos por entonces mayoritarios entre las pequeñas Trail. Nos gustan, o bien desagradan, las pugnas por ver quien tiene mas, o mayores, sean estos caballos, prestaciones o cilindrada..., aunque ya lo practicó Kawasaki a mediados los sesenta sacando el por entonces mayor bicilindrico 4T japones (650 W1), y apenas unas decadas después Suzuki con sus Dr 800big, entre muchos otros.

Comentamos en ocasiones sobre el empleo de motores provenientes de gamas asfálticas en las mecánicas trail como las Tenere700 o Tuareg 660, algo esto que ya lo contemplamos bastantes décadas atrás entre las XT y SR de Yamaha (250/500), aunque entonces fué en sentido contrario, quiero decir que nosotros al menos conocimos, o dispusimos, antes de la versión trail que de la asfaltica.

La contratación de pilotos quienes con anterioridad hubieran ganado títulos para otras marcas, ha sido una practica habitual a la hora del desarrollo de nuevos modelos. MV Augusta llegó a contar con el mejor y mayor plantel de pilotos de motos GP de sus época; y mientras Suzuki apostó por De Coster y Roberts para el desarrollo de sus maquinas de motocros; Bultaco hizo lo propio con Sammy Miller u Ossa por Micke Andrews en las de trial; y Honda no dudó en contratar a Cyril Neveu para la evolución de sus maquinas XL a XR.

Solemos mirar con cierto desdeño esas motos generadas gracias a compartir los chasis y motores entre varias versiones; y si bien algunos lo llegan a achacar a una modernez enfocada a reducir los elevados costos de producción actuales, lo cierto es que de "moderno" esto tiene bastante poco puesto que Suzuki hace cincuenta años ya lo practicaba.

Si bien lo de la recuperación de la llanta de 21” para las motos trail de gran cilindrada, retornando así a aquella concepción paritaria de finales de los setenta evidentemente cuajó recientemente (2016 -CRF1000L), y el mercado de las mega-maxi trail se halla prácticamente colapsado por ellas; habré de recordar que esta corriente o tendencia surgió mediando los setenta del siglo pasado tras el boom de las maquinas de motocros japonesas en los Estados Unidos y su posterior empleo en las desert races, antes por tanto de que Sabinne se hubiera podido montarse en una XT.


El aprovechamiento del desarrollo experimentado por sus maquinas de motocross por parte de Honda y Yamaha (inicialmente), adaptando unos motores cuatro tiempos a su parte del ciclo, en un principio con vistas a las populares deset races, generó a la postre una tipología de maquinas trail que ha perdurado hasta nuestros días, facilmente diferenciable de la inicialmente introducida en el mercado norteamericano.
No podemos olvidar que en un principio las llantas de 19” y mecánicas de baja cilindrada (70, 90,125, 180, 200cc...) dos tiempos, eran las dominantes, puesto que aquellas trail dual purpose de los setenta, fabricadas en Japon, iban mayormente destinadas a los teenagers (adolescentes) estadounidenses. Aunque la historia del nacimiento de las maquinas trail lo fechan en los albores de la decada del setenta, e incluso segun las fuentes consultadas nos encaminan a un modelo y marca determinados; ya comenté en su día que a este respecto no todo era blanco o negro, puesto que hay bastantes tonalidades de gris por medio. Algunos incluso puedan llegar pensar que la idea de las trail surgió de la nada, aunque lo cierto es que contemplando vehiculos precedentes de las marcas japonesas en aquel mercado estadounidense, apreciaremos que las cosas no fueron un antes y un despues, ni un borron y a cosa nueva.











Antes de liarnos con las razones del lanzamiento de las XT500-enduro en 1976, hay unos cuantos datos que creo importante conocer.
Yamaha llegó a estados Unidos a la zaga de Honda y Suzuki. Si bien los de Honda aterrizaron por allí con un bicilindrico paralelo 250cc de cuatro tiempos, Yamaha hizo lo propio con otro de similares caracteristicas y cilindrada, aunque estos de dos tiempos.
Los de Suzuki, quienes por cierto se hallaban especializados en motores monocilindricos de pequeña cilindrada desde bastante tiempo atrás, llegaron a ser el segundo (tras Honda) mayor fabricante de motos del mundo, gracias a sus pequeños 2T y el contar con la mayor gama de modelos en aquella época.
Si bien hoy pueda parecernos "raro" el empleo de motores bicilindricos, e incluso tricilindricos de dos tiempos (GT750), cualquiera que haya conocido las RD350 de Yamaha es bien capaz de apreciar su ventaja a la hora de obtener los caballos, y su notable respuesta en relación a los monocilindricos.
El motor con que arribó Yamaha a USA ya llevaban un tiempillo fabricandolo y continuaron con él una decada más.Como es normal los emplearon en todo tipo de modelos aunque ante la presión de Suzuki, Yamaguchi-Hodaka, y la posterior de Kawasaki, los de Iwata se vieron en la necesidad de ampliar su gama y ofrecer igualmente motores monocilindricos, estos algo más sencillos y economicos.
Las DT1 250 del 68 de Yamaha eran ya de esa tipología monocilindrica, algo que las hacía mas livianas, aunque menos potentes que sus parientes bicilindricas. Que la marca de Iwata optara por ellos a la hora de embarcarse en su aventura Trail fue simplemente una razon comercial, al ser aquellos mas baratos a la hora de su fabricación, y por ende mas económicos a la hora de su adquisición y mantenimiento; siendo además los que algunos de sus competidores brindaban.

De todas formas con anterioridad a lo que segun algunos nos cuentan proponían desde Yamaha en aquel ahora lejano 1968:"una maquina de donde partir para obtener maquinas competitivas en el monte y al mismo tiempo poder ser empleadas para los desplazamientos diarios..." , existían modelos de la marca Hodaka, popularmente conocidos como los juguetes de papa, los cuales se habían ganado por ello merecida fama; que servían para divertirse los padres mientras su esposa e hijos disfrutaban del dia campestre y las barbacoas.
Aquellas pequeñas Hodaka curiosamente fueron las mecanicas que mas piezas llegaron a contar en el mercado auxiliar para sus preparaciones.Tambien es verdad que en prestaciones, por su baja cilindrada, no iban mucho mas allá que las de unas Bultaco Lobito, y si bien eran modelos con los que uno se podía divertir, nunca llegaron a estar a la altura de mecanicas especializadas.



La necesidad de obtener beneficios por parte de los distribuidores de las mecanicas japonesas en USA generó esa generación inicial de maquinas trails que arrancó con notable fuerza en los años setenta, mayormente enfocadas a un publico juvenil y/o bajo poder adquisitivo, con idea de brindarles un medio de transporte economico; unas maquinas aquellas a fin de cuentas pensadas para que les llevaran a clase y sirvieran a la hora de alternar con sus amigos y amigas, no solo en los ambitos urbanos si no en cualquier punto del país. No eran ya los juguetes que daddy empleaba los weekends para divertirse antes de sentarse a comer en compañia de sus familiares; ni pretendían rivalizar con las maquinas de motocros o las desert slide, ya para aquel entonces notablemente especializadas.
CONTINUARÁ