Hola,

Soy Sebas, hasta ahora uno de los visitantes contabilizados a pie de página. A algunos de vosotros os conozco virtualmente con el mismo nick en otro foro. Llevo tiempo curioseando, el mismo que me ha ido dejando la pérdida de actividad en mi foro de toda la vida, y me gusta lo que veo.

Mi moto actual es una Honda XR 250 R estrenada en 2003. Aficionado a la moto desde muy pequeño, y en especial a la de montaña. He tenido moto de todoterreno (sí, tengo una edad), de trial, poco tiempo estuve sin moto, de carretera, scooter, pero la cabra tira al monte, y aquí sigo con mis 61 tacos y con ganas de seguir aunque no esté en la época en la que más haya rodado, pero me estoy poniendo las pilas.

Mi afición me la despertaron a mediados de los '60 unos trialeros en Viladrau, una de los pueblos cuna del trial en Catalunya. Unos tipos con lo que serían unas Sherpa o Cota 247 (las recuerdo rojas) bajando y subiendo por las escaleras del jardín del Hotel Bofill. Mis primeros pinitos, de pirata total con unos once años con la Vespino de mi tío, la del faro redondo (25.000 Ptas en el año 1969). A los 14 años, en Llavaneras aprendí con una Sherpa Kit 350 de un colega. Bueno, aprendí mecánica, y la moto la conduje después de haber visionado mentalmente montón de veces la maniobra apretar embrague, poner marcha, ir soltando embrague, ir acelerando, etc. Antes de tener moto, ya me había comprado mi casco Nolan y mis botas de trial Dunlop, las de goma. A los 16 años por fin mis padres me compraron una Frontera 360 Mk9 de segunda mano.

Luego ya regresé al mundo del trial en el que permanecí hasta que se hicieron minimalistas y ya no se podía ir sentado, con una Sherpa 238 (la francesa), una Cota 242 (la Acerbis) en el '85, una GasGas 325 (sin matricular, IVA 12%, no había problemas en esa época), y recuperé mi 242 para poder ir legal. Me hice con una 349 blanca que restauré con la idea de tener una moto lógica, de las de antes, pero pronto vi que no tenía sentido. Limpieza del garaje, y ahí estrené la XR.

En el grupo hicimos todos la misma transición. Hace unos años irrumpió en mi vida una KTM EXC 200, divertidísima, sonido impresionante, pero no cuadraba con mi actual forma de disfrutar de la moto de montaña, que ni es enduro ni trial, siempre ha sido hacer excursiones por la montaña, eso sí con tendencia a liarla. Poco duró, pero no me había desprendido de la XR porque no lo tenía claro, y sabía que no volvería a encontrar una como la mía.

Ahora en el grupo, estamos ahí, a dos aguas, sin acabarnos de definir. Hay quien mantiene una XT 600 E y una GG 250, un par de CRF 230 F combinadas con una CB 500 X y una Macbor Montana XR5 e incluso una 4Ride, ... Y a ahí estoy yo, que algunos días aun pienso en una trialera para recordar viejos tiempos en secretos paraísos que todavía hay, o piendo cambiar la XR por algo más ligero para cuando me complico la vida, o me voy con la Scoopy SH300 (la precedieron una Vespa primavera 125, una Peugeot 75 SC y una Honda Dylan) a hacer la transpirenaica asfáltica. No os preocupéis si un día os digo blanco y otro negro, al final sé que acabaré haciendo algún movimiento, y que de la XR no me desprenderé, y que será algo ligero, que me permita lo marrón, y que no me complique la vida con mantenimientos muy técnicos. Me gusta la mecánica, pero me gusta más estar en el monte. Esto de más tiempo delante del teclado que montando, tiene este efecto secundario, pero se pasa rápido a la que vuelvo a estar sobre la moto.

Desde hace años, con la moto de montaña me desterré a un pueblecito de Huesca en el Somontano. Por ahí me muevo, en zonas comunes con alguno de vosotros y en fase exploratoria para ampliar territorio. En alguna ocasión tirando de remolque, el Sanchis Kokayno (también vintage) que recuperé hace unos años.

Hacía tiempo que no podía explayarme escribiendo en un foro de motos, siento la chapa que os metido.