Nosotros pasamos por la de Melilla hace tres semanas y tardamos menos de una hora. Con las motos te saltas gran parte de la cola (por lo menos la de España). Eso sí, el buguie y el coche de apoyo tuvieron que hacerla entera y ellos tardaron cerca de tres.

Ya no hay gorrillas en la frontera, pero ya sabéis como va: primero un funcionario te registra y sella el pasaporte y te pregunta la profesión. A continuación otro te pide la documentación de la moto y te entrega un “vale” para la salida. Parece que ya estás, pero más adelante en otra cabida te vuelven a pedir el pasaporte para comprobar el sello de entrada. Y finalmente otro agente te pide el “vale” del vehículo y comprueba la matrícula… todo un ejemplo de eficacia.