La verdad es que da mucha rabia ir por una pista chula y que repente desaparezca o haya una valla donde puedes apreciar en que a escasos cientos de metros continúa la pista. Sobre todo si el rodeo a dar es importante.
A mí me sabe mal, pisar sembrado, pero si veo el asunto medio turbio y de difícil solución no he dudado en hacerlo, siempre de la manera menos descarada posible.
En fincas agrícolas y ganaderas que unen ambos lados del camino y tienen cancelas, los mayores sustos los he tenido con perros , más que con los amos.