Ya os lo había comentado, aunque insisto, no se puede salir a pasear con esos KTMianos, en cuanto te descuidas sacan el spray de barros y te dejan la moto perdida:
Quedamos temprano Joseba y yo tras el "dia mas caluroso del año" con idea de ir comprobar unos tránsitos en la zona de Lea-Artibai próximos a Etxebarria, y evitar el calor en lo posible. La cosa pintaba sencilla, de trankitrail sin mayores aspiraciones, hasta que surgió el temido: "ya que..".
Como no era cosa de hacer el medio centenar de kilómetros largo de aproximación en su totalidad por carretera, decidimos aprovechar el intermedio para revisar otros tramos, y como suele ser habitual, la cosa se nos lió.
El ir con el track en la cabeza, y sin un Garmin que nos pudiera levar a tiro fijo, posibilitó que tuviéramos que dar la vuelta al menos en media docena de ocasiones antes de encontrar la ruta correcta. En esas maniobras no tardó la
Transalp en mostrar su mayor maniobrabilidad, manejabilidad o como querais decirlo, especialmente sobre suelo dañado y en pendiente. En este sentido se halla a años luz de mi anterior CRF1000L.
Unos charcos de mayor longitud y profundidad de lo esperado (del tipo "la moto desaparece y te hundes hasta los estribos") por poco nos amargan la mañana. Aun así gracias a la veteranía, y algún que otro empujoncito, salimos airosos y conseguimos cumplir nuestro objetivo alcanzando finalmente Gipuzkoa; teniendo que desechar algún transito por la presencia de señales de prohibición.
Con tres cuartas partes de su rodaje cumplido en apenas una semana, habiendo contado con la compañía de amigotes a lomos de Tenere, XC900 y 990, supongo que en la próxima salidilla se animará alguna GS. Este tipo de paseos en compañía de veteranos traileros que cuentan, o han contado, con motos de enduro en su haber, son sin duda interesantes a la hora de valorar la moto que uno lleva. Lo cierto es que hemos coincidido en que para el trail que habitualmente se practica a lomos de "vacas gordas" por estos lares, las XL750 cumplen sobradas.
