Salida de tres días de dos traileros novatos para ir cogiendo experiencia. Punto de encuentro Artesa de Segre, al que mi amigo llegó desde Huesca con su V-Strom 650 y yo de desde Barcelona con la Montana XR5.

La salida de Barcelona agobiante por tráfico muy intenso y lento en las rondas, con enjambre de scooters y motos circulando como locos entre los coches y acosándote si intentabas circular entre los coches de manera prudente.Me debo hacer mayor, y aún pocos accidentes hay. Autovía hasta Cervera y a partir de ahí a disfrutar por carreteras cada vez más locales y con muy poca circulación.

Recorrido en forma de "8". Primer día cruzando el Montsec de Rúbies, Gavet de la Conca, Isona, Coll de Boixols y noche en Organyà. El segundo día por el Stelvio catalán hacia Tuixent, Gósol, Rasos de Peguera, Sant Llorenç de Morunys, Organyà, Noves de Segre, Tahús, Sarroca de Baén, Gerri de la Sal y noche en Baro. El tercer día, cada oveja a su corral. Servidor por Tremp, Isona, Port de Comiols, Artesa de Segre y repitiendo la ida.



Total 810 Km que me han permitido hacerme más con la moto, conocerla mejor y tener más claro mis necesidades.



Sabíamos que ese día nos mojaríamos. Estábamos justo en la mancha amarilla. Salimos bastante bien parados, pero llegando a Organyà nos pilló de pleno. Traje bien, manoplas tres dedos un poco engorrosas, y bolsa Rhinowalk perfecta.



Recorrido trazado en Google Maps y navegado con móvil rugerizado. GPS de apoyo con recorrido en track. Google Maps todavía es un misterio para mi. A pesar de marcar etapas de paso, como te despistes y te replanifique el recorrido me vuelvo loco, y a eso añadimos que todavía no sé porque a veces hace zoom mostrando todo el recorrido y pierdes el detalle. Lo que decía al principio, traileros novatos.



Congosto atravesando el Montsec de Rúbies.





Carretera cada ve más local.





Castillo de Llordà y ermita de San Sadurní al fondo.



La cortina de agua nos perseguía.



Al fondo el pueblo de Biscarri









Iglesia de Santa María de Covet, una joya del románico





Ya en el bungalow (uno es un señorito como para ir de tienda) la lluvia nos acompañó un par de horas.