Bienvenido al foro, Barraso.
Te entiendo perfectamente, cuando por fin la tuve en mis manos pensé "Ana, te has pasado", y cuando los empleados de Muntañá se arremolinaron junto a la cuesta de salida del taller para ayudarme por si no era capaz de sacarla sin caerme, también. Pero encima de ella me sentía capaz de todo. Arranqué, metí primera y llegué.
Unos metros más adelante ya la sentía como mi amiga de toda la vida. Es cuestión de maña todo, y de avanzar poco a poco y sin prisas. Es una moto dócil, noble y muy agradable de conducir desde que la tienes en las manos.
En cuanto al parking, no soy ninguna tiarrona, soy una mujercita que mide un metro y medio, no llego bien al suelo ni con todos los rebajes que lleva mi moto y la cuesta de mi parking es también considerable. Sin miedo, primera, frenito progresivamente y palante. Ya verás, hombre, que para todo hay una primera vez.