Un poco de humor: con estos precios, alguna pareja igual preferirá que nos lo gastemos en un buen seguro de vida.
Bromas aparte, si que es cierto que cada vez nos volvemos más sensatos, y somos más conscientes del riesgo. Cosa de los tiempos, y también de la edad. Por otro lado también hay que encontrar el equilibrio entre el riesgo asumido y la probabilidad de que suceda, y en cualquier caso asumir las consecuencias. Miedo me da la hiper-regulación en esta materia, que se da no porque nos quieran mucho sino por el coste que supone.