No, no tiene nada que ver con mujeres de origen navarro en busca de pareja, no, sino de tres salidas que he hecho en los últimos días, una larga, y dos bastante cortas. Como saqué algunas fotos, aquí las tenéis.
Primero, el viernes, estando de vacaciones, me fui a Pamplona a hacer unos recados, y como iba sobrado de tiempo, decidí tirar p'al norte, a descubrir nuevas rutas. Siguiendo las indicaciones de mi TomTom Rider recién comprado, acabé dando vueltas a una rotonda hasta que decidí salir por mi cuenta de la ciudad. Ahora entiendo lo de que los carga el diablo, lo que pasa es que los mapas ¡no están actualizados! Y claro, uno se pone a dar vueltas como un tonto :-) Pero aún así, me llevó por un sitio nuevo que no conocía, que se agradece. Al llegar a Huarte, tomé dirección Zubiri, donde tenía pensado tirar hacia Eugui y de ahí a Francia, para volver a entrar en España por Roncesvalles. Pero en Zubiri cambié de opinión, ya que tampoco tenía mucho tiempo. Así que tiré hasta Roncesvalles, donde descubrí que llevaba la cámara, así que foto en el parking de la colegiata de Roncesvalles:
De ahí, si bien tenía Francia al lado, que era mi objetivo inicial, decidí volver hacia Pamplona por otra ruta, la de Aoiz. Al desviarme en Burguete hacia Aoiz, entré en una carretera espectacular, bordeando el río Irati.
La carretera, sinuosa como ella sola, pasa por varios pueblicos, muy bonitos, rodeados de montañas y verde por todas partes.
Como andaba muy asfáltico, decidí empezar a entrar por los caminos que daban a la carretera, a ver dónde llevaban. Desgraciadamente, el mapa del TomTom Rider no incluye información de ningún camino, así que preferí no aventurarme mucho, y cuando veía que el camino se alejaba de la carretera, volvía a esta.
Pero vamos, la mayor parte de pistas que usé no eran más que entradas a fincas, granjas o campos de cultivo, y no se veían muchas más por los alrededores, donde seguro que está prohibido, si es que hay pistas, meterse con motos.
Desde ahí, ya por una carretera en mucho mejor estado y con menos curvas (aunque las había, y bastante rápidas), llegué hasta Lumbier, donde era obligada visitar, aunque sea de lejos, la Foz:
Desde ahí, sin prisa, todo por carretera hasta Pamplona, y de ahí, todo pistas, hasta casa.
La segunda salida fue el domingo. A las 8 estaba despierto, dispuesto a ir a Tauste a ver la carrera, pero había una niebla del copón, así que, esperando a que se fuera, se me hicieron las 12 de la mañana, así que salí a dar una vuelta cerca de casa. Seguía habiendo niebla, así que, con mucho cuidado, me fui hacia Enériz, desde donde sale, según mis mapas, un camino hacia Artajona, que me viene muy bien para mis trayectos todo pista de casa a Pamplona :-) Llegué a Enériz donde la niebla era muy intensa, apenas podía ver a 10/15 metros.
Pero tras 3 o 4 intentos, no conseguí dar con el camino, y eso que desde la carretera se ve perfectamente, sin niebla, claro.
Así que decidí alejarme de la niebla, y lo conseguí de camino a Artajona, donde tomé las pistas que hay para los parques eólicos.
Pero no sólo los GPS los carga el diablo, sino los mapas también, porque según el que yo tengo, de aquí podía seguir por la pista hasta el cruce de la carretera que va a Unzué, debajo de la Peña de Unzué.
Así que media vuelta, y a volver a casa por pistas ya conocidas, con una última parada en un ramal del río Arga, uno de mis sitios preferidos:
Y todo muy bonito si terminara aquí, pero la tercera salida, me cago en ella, ha terminado malHoy, en un trayecto que hago todos los días, he decidido meterme por otra pista que bordea el río Ega, muy bonita. La pista siempre está en perfecto estado, pero para entrar en ella, hay que hacer unos 500 metros por un sendero canijo. Bien, pues a pesar de mis precauciones, de pararme antes del sendero y ojear a ver qué pinta tenía, y, pensando que, aunque mojada, no parecía que hubiera mucho barro, he tirado hacia el sendero, y, a los 5 o 6 metros de entrar, ¡al suelo!
Era poco barro, pero resbaladizo como pocos, y como iba convencido de que sólo era tierra mojada, me he ido directo al suelo. Se me ha quedado la moto encima, y el pie doblado, además del ego por los suelos. Pensaba que me había roto el pie o algo, por la posición en que se me ha quedado, pero no, parece que está de maravilla. Al final, sólo tengo que lamentar una quemadura en la pierna, que me ha hecho el tubo de escape, ¡a través de los pantalones y los leotardos!, una herida en la otra pierna, sin mayor importancia, y el dedo gordo de la mano derecha contusionado (creo que parece muscular, si mañana me duele mucho, quizás vaya al médico, pero de momento sólo parece una contusión. Vamos, que al final nada grave, afortunadamente, y al menos he aprendido una lección: tierra mojada = barro. La próxima vez la pisaré con mis pies antes para estar seguro.