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Ruta por 4 Provincias y 4 Comunidades Autónomas
Bueno, allá va. A ver si ahora si.
A las 8.30 de la mañana del sábado quedamos Capi, Tacoss y un servidor en Tudela. Para variar, al que suscribe se le queda parada la ST nada más llegar a Tudela, con el motor funcionando y 3ª metida, la moto parada. Tras comprobar que la cadena no se había salido, pensamos que podía ser el piñón de ataque de la ST que se habría salido (como mal menor), como así fue. Mientras la reparábamos acudió al lugar Tacoss, y antes que él se detuvo un saab camuflado de la guardia civil que fueron bastante atentos preguntando si nos hacía falta algo. Una vez reparada sin mayores complicaciones, nos dirigimos hacia Alfaro (La Rioja) 'guiados' por Tacoss por unas pistas.

Desde allí comenzaba el rutómetro de Capi, que cogía las riendas ayudado por su GPS. Primero entre viñedos y luego por una sierra con aerogeneradores, desde la que se divisaba el llano con Arnedo y Arnedillo. Tras unos 40 kms. paramos a almorzar en un pueblo recóndito que no recuerdo su nombre (¿cuál era Capi?), junto a una fuente de buena agua fresca, y la furgoneta de reparto de pan, je, je.


Tras recobrar fuerzas con el bocata, seguimos camino hasta toparnos con yacimientos jurásicos de la zona, la fauna local compuesta de animales domésticos como los de las fotos. Aclaro que la foto de las amotos debajo del masterodon (o como se llame) la hicimos sin incurrir en ilegalidad, ya que una pista llevaba hasta él sin ningún cartel de prohibición ni valla que lo impidiese.

Continuamos ruta por pistas recorriendo la sierra jurásica hasta cruzar una valla para animales que nos llevaría a Soria, junto a la valla de salida podíamos haber hechado unos roscaderos a las vacas bravas que estaban pastando al lado de donde teniamos que parar para abrir dicha valla. Ni que decir tiene que la cruzamos velozmente.
Por Soria recorrimos pistas hasta San Pedro de Manrique sin mucho calor, pero con mucho polvo. Hicimos un alto al lado del ¿río Alhama? en una sombrica para refrescarnos y quitarnos el polvo de la cara. Tacoss propuso meternos con las motos por el río y seguir por el en lugar de por el camino para no levantar polvo, pero no cuajo la idea.

Tras un tramo de polvo y tierra infernal llegamos a Fitero (Navarra) donde paramos a comer en un restaurante. Vermuth, botellica de vino, peazo bocata que nos prepararon, helado de postre, y café. Majo chaval el camarero, y buen trato. Tras la comida reanudamos camino decididos, dirección Ágreda (Soria).
A los 5 kms. le hace efecto el vino a Capi y aparca su AT en el suelo al hacer largo de curva. Sin consecuencias, camiseta rozada y palanca de freno trasero doblada que conseguimos enderezar. Continuamos camino, pero al rato, el rutómetro nos juega una mala pasada y nos pegamos un buen rato buscando la pista que nos lleve a Gutur y Ágreda. Estos rutómetros que pasan de padres a hijos, y los GPS que los carga el diablo. Finalmente Capi da con la pista buena, aunque al poco entramos en una bajada delicada con unas piedras del demonio que las motos salen rebotadas hacia donde no quieres, y la AT vuelve a aparcarse en el suelo sin consecuencias. A Capi le salva el casco de una buena, ya que se golpea la cabeza contra una piedra de la ladera en la caída.

Por fin llegamos a Ágreda y hacemos un alto para beber. Je, je, Capi le hecha la culpa a la Enduro III que monta detrás, pero lo cierto es que a Tacoss y a mi también se nos iba bastante de atrás con las T63. Tomamos dirección hacia Tarazona (Zaragoza), por una pista entre bosque en el que se agradece el aroma de los árboles en lugar del polvo, con la vista del Moncayo dominante en todo momento. Pasando por Los Fayos y Torrellas llegamos a Tarazona. Desde aquí afrontamos el último tramo de la ruta.

Dirección Cintruéñigo (Navarra), dejando el Moncayo a nuestra espalda, más polvo que no deja ver bien el camino, e incidente de Tacoss con una piedra que no ve y a la que le pega un puntapie. Resultado, puntera de metal de la bota completamente chafada y calapie doblado al golpear en el con el talón de la bota. Aquí se ve la importancia de unas buenas botas, si no llega a llevarlas seguro que se rompe al pie.

Por fin alcanzamos el final, Cintrueñigo, a las ocho y media de la tarde tras casi 300 kms. de pistas y polvo alcanzamos la merecida recompensa de una terracica con floreros de cerveza para reponer las sales minerales, je, je. Además, acompañados en la mesa de al lado por Jacinto el de Gran Hermano.
Después del refrigerio cada pájaro a su nido, Tacoss nos deja en El Bocal, y Capi hacia la franja catalanoaragonesa, y el que suscribe se queda en Alfajarín.
Una preciosa ruta, recomendable el pistear por La Rioja, Navarra, Soria y las tierras del Moncayo. Un sábado muy bien aprovechado.
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