Hola a todos. Después de un tiempo sin salir, el Komando Isleño se pone de nuevo en marcha, esta vez un viernes por la tarde, mi nuevo trabajo erradica de momento el tradicional miércoles. Bueno, siempre quedarán los fines de semana.

El plan de hoy era ir a la zona de Valsequillo y tomar una pista que va hasta la Cumbre (no es la misma que hicimos en otra crónica anterior), nos habían advertido que estaba en mal estado, pero aún así decidimos intentarlo. Pasamos primero por el palmeral de San Roque, que bonito está todo tras las lluvias.









Vista de Valsequillo y la costa de Telde al fondo.





Tenteniguada, el marrón otoñal de los castañeros contrasta con las viviendas y con el verdor de la zona. Por aquí se sentía bastante frío, aunque soportable (a los foreros peninsulares creo que les va peor).









Las ovejas nos hicieron compañía al comienzo de la pista y se dejaron ver a lo lejos durante la subida, no me negarán lo fotogénico que es un ganado pastando.












Después de un par de pasos delicados, la pista parecía que tomaba mejor pinta, pero pronto se complicó más. Aunque no había charcos, la tierra arcillosa estaba muy húmeda, y con neumáticos mixtos bastante gastados los sustillos y pérdidas de tracción no son pocas.





















Aquí la pista entre retamas, aunque en la foto no se nota mucho, por la derecha va ganando inclinación y el surco de la izquierda es cada vez más profundo. El amigo Neodes, por esquivar las retamas, tuvo un pequeño percance sin mas consecuencia que el cubremanos rayado y unas risas (ojalá todas fueran así). La cosa se va complicando y hacemos una pequeña exploración a pie; después de deliberarlo un rato, decidimos darnos la vuelta, cada vez los surcos son más grandes, y si nosotros resbalábamos caminando, imaginen los casi 200 kg de las burras. Además ya estaba empezando a anochecer. Nos recreamos un rato con el paisaje, y con la promesa de intentarlo en otra ocasión, deshacemos el camino.

































Enfrente, la pista por la que bajamos hasta casa. Al fondo se intuye la Isleta y Las Palmas.









Confieso que lo esquivamos por los lados (¡COBARDES!).





Ya de noche llegamos a casa, y aunque no llegamos al destino fijado, nos divertimos bastante, que es el principal objetivo.

Un saludo a todos.