Como no todo es meterse por pistas y arena, por lo menos cuando vamos con las mujeres, esta vez hemos ido en plan turista, je, je, ahora hemos sido nosotros los "guiris".
Pues hemos entrado por Tanger desde Tarifa, que era algo mas barato y son los barcos rápidos (165 € en total ida y vuelta con la moto y dos personas)
Tras andar unos kilómetros, paramos en Larache, antigua ciudad española muy pintoresca, con gente muy agradable. Ibas por la calle y todo el mundo dándote la bienvenida.






Y por la carretera, cantidad de puestecitos de cerámica y souvenires.



Ya en Rabat, que es inmensa y tiene una medina enorme y preciosa.







Dicen que la cosa esta es igual a otra cosa que hay en Sevilla.





Este es un aguador, que por unos dirhams te puedes hacer una foto con el. Tiene como una gaita colgada de la que te echa agua de esa de la que te da diarreas.















La medina.





Al marcharnos de Rabat empezó a llover un poco, y creyendo que era poca cosa, seguimos andando en dirección a Casablanca, pero despues de cuatro horas bajo la lluvia y calados hasta los calzoncillos, decidimos hacer noche en este hotel tan majo. Resultó ser muy barato, aunque en la comida nos dieron el clavazo. Vaya hartón de agua que me dí.







La ensalada era inmensa, tan sólo con eso ya estabas lleno. Luego vino el cordero.



Ya en Casablanca haciendo turismo.



La Gran Mezquita, es impresionante. Por 20 leuros le haces una visita guiada por dentro. Las puertas que son enormes son de titanio, y el techo es corredizo, lo abren en alguna ocasión.



























No ha estado nada mal, pero despues de haber visto todo esto, prefiero la parte del desierto y Sur de Marruecos, la de mi primer viaje, aunque este ha sido toda una experiencia.
Animaros a cruzar alguna vez.