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Ya lleva tacos
dos veces con la misma piedra (y ahora con fotos)
Bueno, pues ha llegado el momento que he intentado retrasar todo lo posible, pero que por petición forera (luixt no ceja en su empeño) tarde o temprano tenia que llegar.
Y es que sólo el trailero tropieza dos veces con la misma piedra en dos semanas consecutivas. Situémonos para un mejor entendimiento de los hechos acaecidos allá por el año 1994 de la era de nuestro señor. La localidad, Granada;
Sábado, 9:00 de la mañana de un mes de julio; ha llegado el momento que esperaba con ansia toda la semana de duro trabajillo veraniego, el día libre. No podía imaginarme lo que me depararía el día. Arranco mi amotillo, cargo maleta y mochilas, casco, guantes y andando... era con una pinta tan estupida como esta:
http://fotos.subefotos.com/2002295664247dc1c98672222ae8ae75o.jpg
Salgo desde Armilla en dirección a Alhendin, reposto carburante (súper a 92 pesetillas, maldita sea...) al lado de la base aérea (ya decía yo que mi moto volaba) y sigo hasta la primera parada obligada, la pintoresca localidad de dúrcal, en la que no puede faltar un trago de agua en la fuente del puente de hierro (dicen que esas aguas puras y cristalinas tardan 50 años en bajar filtrándose desde las virginales cumbres de sierra nevada, y me pregunto yo ¿quién demonios habrá malgastado su tiempo en averiguar eso?) y unos churros con chocolate en la plaza del pueblo.
Habiendo repostado los dos, hombre y máquina, ponemos rumbo hacia la costa por la carretera que baja hasta motril, raudos, pues la avalancha de playeros sabaderos está ya al caer, de hecho, el trafico ya era denso, hasta el valle del Lecrín en el que cambia la luz y el aire, se fluidifica el trafico y quedas rodeado a ambos lados de chirimoyos, con sus verdes y sabrosas chirimoyas colgando... pues bien, dejando caer la máquina suavemente en marchas largas a puntita de gas, llegamos al cruce de motril y sin saber muy bien hacia donde tirar el rápido y útil "pito pito gorgorito" nos saca del lance; a la izquierda dirección Torrenueva. Después de 70 km y una hora de marcha el culete ya esta hace un rato pidiendo un respiro y busco, como siempre un lugar alto y con poca gente donde deleitarme con la siempre espectacular y relajante visión del mar, idiota, el mar.
Y bingo, un cartel justo antes de entrar en el túnel que lleva irremediablemente a la playa de carchuna, en el que se puede leer faro del cabo Sacratif. Enfilo hacia arriba hasta el faro, pero mi gozo en un pozo no se ve el acantilado... pero y ¿ese camino? estupida pregunta. Creo que con ella empiezan el 90% de los problemas en moto. Eso, eso, hasta la cumbre... hasta que a los cinco minutillos por el camino y habiendo ganado bastante altura, curva ciega a la izquierda y... miercola!!! camino cortado. Uhhhhhhmmmmmmm!! pero si hasta aquí hay gente!! Dos o tres coches aparcados a la orilla del camino, y al superarlos sus dueños apostados al filo del acantilado en una especie de trinchera cavada en la tierra. Estaban como escondidos, mirando al horizonte... paré la moto para no desconcentrarles, me quite casco y guantes y me acerque al abismo aspirando una bocanada de pura brisa marina. Me pareció curioso ver a unos abueletes con sus prismáticos apostados en una trinchera viendo pajarillos playeros. Al sentir mis pasos se volvieron con cara de pocos amigos. Jodé con los viejos.... como me cabreen me lío a patadas y bajan todos rodando por, ¡cooooooooooño!!! Vaya acantilado, 800 m sobre el nivel del mar, bueno, va, 500, ehhhh, vale, vale, es que la sangre andaluza debe salir a relucir en algún momento, ¿no? debían ser del orden de unos 80 o 100 m de altura. Y ahí abajo, en el fondo una cala que mide unos 250 metros. Anda, mira, pero que pequeña se ve la gente, y ¡¡¡¡¡¡coñooooooooo!!!!!!!!! ¿Pero eso que es? ¿El negro triángulo de las bermudas? jodé, si están en pelota picá!!! y de inmediato algunas de las personas que estaban abajo empezaron a mover los brazos y a proferir frases típicas, como ¡mirones!!!! y demás recuerdos a las familias de los que allí estábamos.... a lo que isofacto los tres abuelos se giraron para mi saliendo de la trinchera. No recuerdo si me dijeron algo, sólo como sus miradas se clavaban en mi como alfileres...no les di tiempo a más, una salida al mas puro estilo gorrión callejero y listo, les perdí de vista. jodé que rencorosos son en este pueblo!!! Mientras huía, pensaba en que debía haber otro camino un poquito mas abajo que llegara hasta la misma cala... se ve que no tuve suficiente.
La verdad es que las vistas eran buenas.... pero quería más. Y vaya si tuve mas... di la vuelta hasta el paseo marítimo de torrenueva y cuando se terminó seguí por un caminillo paralelo al mar, sólo podía ser ese. Un poco de subida, tramo de arena muy fina, un poco de serpenteo y más altura, parecía eso las dunas de Mauritania... y de frente una fortísima subida. Pare y la subí andando, luego una segunda loma y ¡eureka!!! de nuevo, allí en lo hondo la cala. El acceso era jodido en moto, salvo rodando, claro, pero la moto no podía dejarla tan lejos.
Aunque difícil, creí que podría subir hasta la segunda loma y dejarla allí...pues nada, manos a la obra, ¡como los buenos!!! Inspeccioné el costarrón y sólo aprecié dos caminos viables, uno por el centro con piedra suelta y otro lamiendo el acantilado en el que no se veían las piedras de abajo, solo se escuchaba el agua chocar a lo lejos y romper contra las rocas. Efectivamente desestime este ultimo, no por miedo, no, jeje, por precaución...si, eso es, por precaución.
Pues nada, me alejo para coger carrerilla, me cierro la visera, y acelero en vacío, buonnnnn. buonnnnn, mientras miro fijamente mi objetivo. En esto que aparece un niño con una motillo pequeña, era como una montesa, o una torrot enana, no estoy seguro, que según me dijo tenia tres marchas que para meterlas tenía que detener la moto, se seleccionaba según veías el terreno y marchando, se acercó a mí y me dijo:
Hola,
Hola, (le conteste)
Como te llamas
Carlos, y tú? (lo siento, pero no me acuerdo del nombre, así es que se llamará Nicolás)
Nicolás, y que vas a hacer? (me inquirió)
Pues quería subir la cuesta
Pues yo no la subiría...
(niño insolente resabiao) ya, pero tu no eres yo.
¿Puedo mirar como lo intentas?
(Vaya hombre, lo que me faltaba, espectadores) bueno,
Se aparto con su motillo, apoyó los codos en los manillares y, a ver la tele...
Mierda niño, me ha roto la concentración... venga, segundo intento, buonnnnnn, buonnnnnnn, bonnnnnngggg, primera, la moto parece que culea con la arenilla, segunda, empieza a embalarse, tercera y cuarta, en seguida el costarrón y empieza a ahogarse, tercera, se ahoga, segunda, y empieza a levantarse de alante, echo el peso en la parte delantera mientras se ahoga, primera y se levanta de alante más y más, corto gas y cae. Como no llegaba bien al suelo, saco los dos pies y los apoyo de puntillas mientras freno con el freno delantero y echo todo el peso alante.
Sabíais que en estas tierras rodaron parte de la serie "verano azul" que ¿a qué viene esto? pues viene a que mientras apretaba los dientes y permanecía en ese equilibrio tan efímero, que dura nada y menos cantaba la canción de no, no, no nos moverán, pero si, si, si que nos movieron.
La gravedad reclamó lo que era suyo y la moto empezó muy lentamente a desplazarse hacia atrás, mientras yo la seguía de puntillitas dando pasos cortitos. Y es aquí, amigos de motostrail, en los peores momentos, donde se diferencian los hombres de, mejor dicho, se diferencian los niños de los superniños, bajo presión es cuando sacamos lo mejor de nosotros mismos. Y tuve la brillante y genial idea de girar un poquito el manillar, para que se cruzara un poquito y se frenara. jeje, si, lo se, bueno, me temo que voy a dejar aquí la historia pa otro día...
Vale, vale, no os pongáis así, no aguantáis ni una broma. Pues eso, que se me quedo la moto transversalmente a la loma, y a rodar, la moto dio dos o tres vueltas de campana lateral, pero yo baje hasta abajo dando porrazos con el casco, dicen que el casco es por seguridad, pero en este caso fue el que me arrastró ladera abajo. Me hubiera quedado ahí tendido un rato, pero la moto se quedo tumbada y acelerada a to puño, así es que antes de parar contra las piedras, ya estaba corriendo ladera arriba para parar la jaca.
Como os podéis imaginar toda la culpa fue de Nicolás este de 10 años (me rompió la concentración con preguntas vanales). Su mirada no era limpia...bueno, el mamón en cuestión se me acerco y con una sonrisa en su rostro me dijo: ¿te ayudo? maldita zea, tuve que acceder... y ala, a recoger los trozos, que si retrovisor, que si los trozos de plástico de la tapa lateral...decidí entonces que ese era un muy buen sitio para estacionar la moto y darme un chapuzón. A todo esto escuche como Nicolás arrancaba su motillo y se iba, coño, no ha dicho ni adiós, se da la vuelta, coge un poco de carrerilla y empieza a subir por donde yo lo había intentado hacia un momento subiendo a la primera y sin ningún esfuerzo, bajó, subió otra vez y volvió a bajar, paso a mi lado, me sonrió, me dijo adiós, cambio de marcha, y se fue. Lo que tiene uno que aguantar, esta juventud!!!!
Mejor que se fuera para que no viera lo que venia a continuación, pues si, le quite los bártulos a la moto y le puse una funda para el sol, bueno, en concreto se trataba de una cortina (que le birlé a mi abuelita) vieja (no mi abuelita, la cortina, se entiende) de ducha con flores de colores que le ataba con cuerdas para protegerla del sol y la arena(y ya pa qué) después de andar un cuarto de hora o 20 minutillos llegue a la cala, no entiendo por que me miraban raro, porque me sangraban los codos y las rodillas? porque iba con una mochila y la maleta de la moto? y el casco?, y una riñonera? la gente es que tiene muchos prejuicios. jodé, que yo no digo nada de esa señorita que tenia un pecho que mano no cubre no es teta es ubre, o de los dos señores que se echaban mutuamente crema en...en... si, en sus sombrillas. bueno lo que pasó luego en esa playa con el corro de 6 señoritas en top less y lo que llevaba en la maleta de la moto, como os imaginareis es otra historia, pero no, no me cogieron entre las seis y me hicieron cosas malas, ojalá pero no...
Bueno, os he dicho que tropecé dos veces con la misma piedra, y es que no iba a dejar que la montaña pudiera más que yo. Al fin y al cabo, Nicolás había subido. El fin de semana siguiente baje otra vez a la playa y llegue a la escena del sangriento crimen. Le quite a la moto la mochila y la maleta para aligerarla, me quite el casco pues estaba afixiao mire que no estuviera Nicolás y me dispuse a subir, pero esta vez al lado del precipicio, quien dijo miedo? además, parece que por este lado tenía menos pendiente y había un poquito de hierba que seguro que agarra un poco mas. Si la otra vez llegue a la mitad de la loma, esta me quede en los tres cuartos, en primera de puntillas, pero mucho más cerca del cortao. Esta vez si acerté. Deje que se calara, me baje, y deje que cayera para darle la vuelta pero me quedé en diagonal, con la rueda trasera a unos 25 cm del filo y escuchando las olas muy abajo rompiendo contra las rocas mientras me caían los chorretones de sudor por las sienes, y de nuevo veía mi ya no tan corta vida por delante de mi. Así pues, y después de estar 1 minuto acojonado sin moverme pensando lo que hacer, tumbe un poco la moto y arrastré la rueda delantera hasta que quedo cuesta abajo. La enderece, y lo vi claro, una retirada a tiempo es una victoria. (eso si, algún día con un buen contrapeso de tractor la subiré…)
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