Como ya sabreis muchos de vosotros, este año no gana ningún español el Paris-Dakar. Y no será porque Coma no lo tenía bien. Pero lo que realmente hace grande a “la carrera más dura del mundo” es precisamente eso, su dureza.
Está claro que nos puede fastidiar, pero hay que reconocer que el Dakar es así, no puedes decir “he llegado” ni en la etapa final. E historias que hacen grande la carrera hay a montones…. Auriol en su última carrera en moto, rompiéndose los dos tobillos a falta de un día para ganar con la Ligier-Cagiva; cuando Nani perdió el conocimiento por agotamiento en aquellas imágenes que dieron la vuelta al mundo; o la de un anónimo español (lo siento, no recuerdo su nombre) que no terminó al romper el último día y no poder hacer la etapa-espectáculo por el Lago Rosa. Y me dejo en el tintero todas esas miles de historias anónimas de miles de participantes que han intentado cumplir el sueño: llegar. Espero que tanto Marc como Isidre estén bien y que este último, junto con los demás españoles, puedan ver el océano.