[size=large]
Desde ayer soy un miembro más del selecto club de los supertenedores...
Ayer acudí a Lagunilla de Jubera, donde Merlinnomada me había traído la Superteneré que vendía, desde Formentera...
Feliz momento de la cesión de la máquina:
Ya en su nueva casa:
Primera inspección general y primer cambio. Le pongo un manillar Renthal que tenía por ahí. El original tiene una posición que no me convence, y además creo que está un poco doblado...
Y otra vez al carro, de vuelta a Pamplona:
Cuando llego al garaje, en Pamplona, desagradable sorpresa. Algún HIJOPUTA ha vaciado un extintor en el garaje y ha dejado todo perdido, incluídas mis motos, y encima me ha robado el guardabarros delantero de supermotard de la KLX.
Después del disgusto, la foto de familia:
Primeras valoraciones de la máquina:
No he podido andarla mucho, ya que en este momento no tiene seguro ni está hecho el cambio de nombre, pero ya he visto que anda bien.
De motor parece estar bien, arranca a la primera sin ningún problema, mantiene el ralentí bien y tiene buena respuesta al acelerador.
Me parece que frena poco para lo que debería frenar siendo una moto que está hecha para andar, en su mayor parte, por carretera.
Las suspensiones me han gustado, el comportamiento en carretera es muy noble.
No me ha parecido tan pesada como pensaba. La TDM850 de un amigo se me hace mucho más pesada, aunque en ficha pesan prácticamente lo mismo.
La moto necesita un repaso estético. Tiene muchas piezas metálicas con óxido superficial, cosas de haber vivido en una isla con el mar al lado... aunque no parece nada grave, cuestión de paciencia ir saneándolas un poco.
Y primera avería, al ir a sacar la pastillas de freno traseras, los pasadores se han quedado atorados, e intentando aflojarlos, se ha redondeado la cabeza allen...
Valoración global de la moto conforme a las expectativas que tenía: 8 sobre 10.
[/size]