Pensando que no me iba a dar tiempo a coger la moto en todo el sábado (cosas que hacer por la mañana y quedada para ver la copa del rey de basket por la tarde), me puse la mar de contento cuando, a las 2, me vi libre por unas horas, así que, ni corto ni perezoso, a comer al río.
La intención era emular al gran djebel91 con sus choricillos, pero la intendencia no estaba preparada para tales empresas, así que tortilla francesa y unos pimientos de acompañamiento.
Ya con el bocata en la mochila, hacia la desembocadura del Ega en el Ebro, donde se veía un montón de agua gracias a las lluvias de los últimos días:
Normalmente esos árboles están sin agua, así que calculo que al menos medio metro ha debido de subir en esta zona. Un poco más adelante, parada a comer, al lado del Ebro, cerca de San Adrián, en la frontera entre Navarra y La Rioja.
No hay fotos del bocata porque os iba a decepcionar, acostumbrados como estais a los chorizos de djebel91 :-)
Ahí, al otro lado del río, está La Rioja, con sus vinos:
Desde ahí, por pistas y un pequeño tramo por carretera, hasta Azagra, donde hice una parada en La Barca, un merendero que en verano está petao, pero que ahora es bastante agradable.
Está al lado del Ebro, y aquí también había subido el agua un montón, como medio metro, según convinimos un paisano que, aprovechando el buen tiempo, pasaba por ahí y se paró a hablar conmigo, y yo:
No me había fijado hasta el śabado en estos carteles:
O sea que yo pasando por el GR del Ebro y sin enterarme. El caso es que, siguiendo por ese camino, yo no he conseguido llegar a Milagro (no, ni de milagro lo he conseguido) sin pisar el asfalto, pero claro, yo soy un acojonao y es cierto que hay zonas por las que me he desviado para no entrar por caminos con mal aspecto, así que me imagino que alguien más valiente si será capaz de llegar hasta Milagro.
Aún así, aunque por carretera un buen tramo, llegué hasta casi Milagro, donde cogí unas pistas que me llevan hasta el Peñalén, una atalaya justo encima de donde se juntan el Arga y el Aragón. También se divisan Funes y Peralta, unidos por el Arga:
Desde ahí bajada hasta Funes, donde tras bordear el Arga unos metros:
me desvié hacia el Aragón, por un camino que, últimamente, es de mis favoritos.
Une Funes y Marcilla (y todos los campos de cultivo que hay entre medias, que ocupan todo, si, todo, el espacio, así que hay multitud de variantes), y excepto por una parte, va bordeando el río Aragón, con preciosas vistas de Peralta:
y Funes:
Y ya, la última parada al final de este camino, ya en Marcilla, junto a la presa del río Aragón:
Ya que no puedo decir eso de que "lo mejor, la compañía", si quiero decir que, por primera vez desde que me caí con las mixtas en el barro, no me había atrevido mucho a meterme por caminos embarrados (no mucho, pero embarrados), y el sábado, por fin, probé, tras convencerme a mí mismo de que, con las de tacos, si había podido ir con nieve, el barro no iba a poder conmigo. Y efectivamente, no pudo conmigo, no tiene nada que ver cómo resbalaba con las mixtas con cómo agarran las de tacos. Así que, aunque sin emocionarme mucho, ya que me suelo caer cuando me emociono, me hice unos cuantos kms con barro y sin ningún problema.
Y ale, de ahí a ver el basket.
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