Este domingo y tras varias semanas sin hacerlo , me he vuelto a tirar al monte en solitario.

Después de las nieves los caminos están en su punto, aunque en algunos tramos hay mucho barro pero con cuidado y paciencia se llega a todos los sitios. El paisaje a cambiado bastante desde que hicimos la kdd por estos lugares. Esta primera foto es el mismo lugar donde reparamos el freno de Rodrigo, y la siguiente la cuesta donde Marquesino puso a enfriar el perolo de la Bmw.






A partir de San Pedro cojo un nuevo camino con bastante barro que va paralelo al río.







Para poco después abandonar su compañía y tomando un cruce a la izquierda ascender por la ladera y observar desde lo alto el barranco por donde el rio se pierde.



Empiezan a caer las primeras gotas y hacia donde voy, el panorama no es mejor.



Después de pensar que hacer, como tampoco es que llueva mucho, sigo adelante.





Por suerte ya no llueve. Después de investigar un camino nuevo que no tiene salida, me meto a investigar por otro. Tiene buena pinta y va por un robledal precioso.





Hasta que el barro empieza a ser abundante. Después de pasar un charco de estos cuya profundidad me sorprendió, me acuerdo de una crónica de Juanmi, “esto me pasa por tontolaba”.





Por suerte para mi, esta vez me he librado pero en algún momento y después de varios patinazos, pienso que yo tambien soy un tontolaba.
Después de salir a la carretera y tras un par de km. cojo una pista que va ascendiendo entre pinos hacia el puerto de Piqueras.






Estamos a mas de 1.600 m. de altura y todavía quedan restos de las nevadas del famoso temporal. No quiero imaginarme lo que habria aquí 15 dias antes, cuando deberíamos haber recorrido estos caminos en la ruta que tenia preparada.





Como no podia ser menos, una batida de caza me hace desviarme y no consigo llegar a la cima del puerto de Piqueras ni al refugio donde pensaba comer. Por el contrario y gracias (por decir algo) a los restos de un animal muerto en la batida, al salir de una curva me encuentro a 4 buitres comiendo en mitad del camino. Freno rapidamente y ellos emprende el vuelo siguiendo el camino porque los pinos no les dejan echarse a un lado. Es impresinante ver la envergadura de estos bichos volando a dos metros del suelo y apenas 6 ó 7 m. por delante de ti. Creerme que es un autentico espectáculo. Ya siento no haber podido hacerles una foto.
Después de la emoción, sigo por la pista que me regala bonitos paisajes.


















Entre una cosa y otra son las 4,30 de la tarde y sin comer, para postre empieza a llover. Salgo a la carretera y después de unos km. por lo negro, de nuevo pista hacia otro refugio mas cerca de casa. Como sigue lloviendo, meto la moto en el garaje.





Preparo la hoguera, aso el ............... y en visto y no visto, doy buena cuenta de él.





Ya va siendo tarde, a si que nada mas terminar de comer, o mejor dicho de merendar , pongo rumbo a casa, con alguna parada para las ultimas fotos.









A lo lejos y siguiendo ese camino, llego a lo que será el final de la ruta por hoy.





El parcial de la djebel marca 162 km. y el reloj, 5,30 horas de moto.

No me quiero despedir sin mandarle un fuerte abrazo al amigo Tacoss y dedicarle esta salida, es un pequeño granito de arena, pero que sepa que lo llevamos en el pensamiento en estos momentos tan duros que está pasando. De todo corazon, te deseo muchos animos para seguir adelante.

Un saludo.