Estaba comprando en una tienda y cuando he salido me he encontrado a dos chavalillos de unos 16 años embobados mirando mi moto, uno de ellos con la mano sobre el manillar.
No me ha visto llegar y cuando me ha visto ya encima ha retirado la mano, asustado, y le he dicho "tranquilo, no pasa nada", con una sonrisa.
El chaval ha cogido confianza y me suelta "¿cuánto coge?". Yo que me olía la pregunta, le contesto "Mucho, ¿es lo único que te interesa de una moto?". Y va el tío y me suelta "hombre, eso y que se pueda saltar".
Me he quedado un poco perplejo, y me he dicho para mis adentros "pues si que lo has arreglado"
No he dicho nada, me he montado y me he ido. Pero luego, iba pensando, joder, tenemos un montón de prejuicios con los chavalillos estos, vale que son una lata, que dan por saco con los escutres, y todo lo que quieras... Pero tienen 16 años, y todos los hemos tenido. Lo que quiero decir es que es normal que me pregunten cuanto coge, lo que me hubiera dejado a bolos es que me hubiera preguntado cuanto consume, o si es cómoda para viajes largos, o cada cuanto pasa las revisiones.
En fin, reflexiones de un miércoles por la tarde que le reconcilian a uno consigo mismo (y mira que les tengo manía...)
Saludos :roll: :roll: