Hola, señores.

Hace ya 7 que soy propietario de una XT600 de segunda mano. Desde entonces la he disfrutado muchísimo, aunque la verdad es que más que nada sobre el asfalto.

Con esta moto no he tenido ningún problema, lo peor que me ha pasado ha sido que se me cayó al aparcarla. Vivo con mi novia en Málaga, y le cogí el gusto a esto de pasar de las terribles caravanas de la ciudad y a la facilidad de aparcamiento. Tanto, que hace unas semanas convencí a mi novia para que se comprase una Honda Dylan de 125 para ir al trabajo. La sacamos del taller, le di unas cuantas clases prácticas, y el tercer día de tenerla, conduciendo ella y yo de paquete en una redonda, un coche que se quiso salir del interior sin cedernos el paso nos tiró al suelo.

Nada grave al final, pero en el momento sí que me asusté, porque mi novia no se podía mover y se la tuvo que llevar la ambulancia. Aunque al final sólo contusiones y daños materiales.

Pero claro, ahora ella ya está convencida a vender la moto. La verdad, no sé si debo convencerla de lo contrario o dejarla que lo haga, incluso vender yo también la mía.

Las motos me apasionan, pero después de esto, que al fin y al cabo no ha sido nada, me está dando bastante miedo a que me pase algo, o peor, que le pase algo a ella.

Por otro lado siempre pienso que no hay que tenerle miedo a nada. ¿Qué hacer? En fin, reflexiones supongo que normales después de un accidente.

Bueno, saludos a todos y mucho cuidado con los coches, hay mucho inútil que cree ser el dueño de la carretera. Y mientras más coche lleven más gilipollas son.

V'sssssssss