Muy buena crónica, y los videos te han quedado muy bien, me han gustado mucho. Viendo por donde se meten, me da que no le tienen miedo a nada.

Esos botellines y el quesito en la tienda (¿es la que está en Las Madres de Firgas?) tuvieron que saber a gloria, la pena es que esas tiendas de toda la vida sean cada vez menos.

A seguir disfrutando de nuestra isla a lomos de la moto.Un saludo para los tres hermanos Cabrera.