Cada vez nos ponen más y más trabas para poder practicar nuestro deporte favorito, contemplar la naturaleza sobre dos ruedas. La moto nos permite llegar donde las piernas no nos lo permitirían en una breve jornada. De hecho estoy convencido que muchos de los caminos por los que transitamos habrían desaparecido si no fuera por nosotros. Pero llegan los legisladores y metidos en sus despachos nos prohíben disfrutar del campo. Es cierto que hay mucho loco trotando por el mundo, y haciendo un ruido ensordecedor no respetan ni plantas ni animales ni nada de nada. Pero afortunadamente son pocos.
Os acordareis que en el verano de 2004 un terrible incendio arrasó 13.000 hectáreas de pinar en el Alto tajo; También fallecieron 11 personas miembros del retén de Cogolludo a causa de la gran descoordinación que hubo. Poco después se iniciaron las labores de tala y saca de la madera quemada, y después de ya casi tres años, esas labores continúan. Sigo paseando con la moto por todos esos lugares recordando como era cada recodo del camino y parando donde recordaba que había una antigua sombra. Me gustaría que vieseis en que condiciones se encuentra todo. Ya no por el bosque quemado que es lamentable, si no por la situación de abandono y deterioro. Donde antes había una pista forestal ahora hay caminos destrozados por las máquinas orugas. Donde antes había una zarza o una aliaga, ahora lo único que te encuentras son garrafas de aceite y cadenas de motosierra abandonadas, o botellas de agua tiradas por cualquier lado o charcos de gasoil. Y todo esto permitido y con el visto bueno de esas autoridades que a nosotros nos sancionan por el mero hecho de ir cinco amigos disfrutando del campo. Sinceramente amigos no es lo mismo contarlo que verlo. El pasado sábado llegué a mi casa con ganas hasta de llorar por ver en que situación lamentable está quedando una de las zonas con mayor belleza paisajística de la provincia de Guadalajara.
Si alguno lo duda, o hay alguien que quiera comprobarlo por si mismo, que acceda por el camino que sale de Ciruelos del Pinar dirección Ablanque siguiendo el cauce del río Ablanquejo. Y que no le pase nada.