Después de un par de intentos de salidas truncadas, una por el amortiguador de la djebel y otra por un pinchazo en la xt, hoy por fin hemos disfrutado de un buen dia de moto con el amigo Chato.
Los primeros km han sido a buen ritmo para llegar a repostar antes de que cerraran la gasolinera.
Continuamos por una fuerte pendiente con mucha piedra suelta y bonitos paisajes.
Para salir a una pista que sigue subiendo
Y después de pasar un bosque de pinos, meternos de lleno en otro bosque de hayas
Tras coronar el monte, el camino desciende metidos todavía entre las hayas y con agua corriendo por todos los rincones.
Y gracias a la humedad, la vida surge en cualquier sitio.
Una vez en el valle el rio nos sirve para refrescarnos un poco.
Y ya que hemos parado, un tronco de chopo cortado nos sirve de mesa para alegrar el estomago.
De postre, “ojuelas” caseras del amigo Chato.
Con el estomago feliz y contento hay que tomar un cafetito en el pueblo mas cercano para no quedarnos dormidos sobre la moto. Aprovechamos para ver un poco la F-1.
Cuatro o cinco km por carretera de tercera sorteando animales
Para coger otra bonita pista.
Con bonitos paisajes
Empieza a llover y creyendo que la cosa puede ir a mas, nos ponemos a cubierto en un refugio de cazadores. Al final solo son cuatro gotas.
En una bajada se nos cruzan dos ciervas y he de emplearme a fondo con los frenos, no por las dos que ya habían cruzado, si no por las que podían salir detrás. Y no tuvimos mal ojo, por que había otras cuatro que no se atrevieron a cruzar y que lo hicieron un poco mas adelante. Una gozada ver a estos animales corriendo entre los pinos.
Terminada la bajada llegamos otro bonito rio
Y sobre este puente, vigilado por una ermita y una torre, hacemos unas fotillos
No le sienta mal la djebel verdad?
Y ya sin parar mucho más, ponemos rumbo a casa.
No sin antes echar un ultimo vistazo al bonito paisaje que se ve desde el puente.
y poquito a poco vamos llegando a terrenos mas conocidos
Todavía tendríamos que refugiarnos de una leve tormenta, pero nada importante.
Después de casi 7 horas y 182 km, llegamos a casa sin novedad.
Un saludo y hasta pronto.