¿Quién me mandaba a mí apuntarme con dos KTMs a hacer una exploratoria así? Se trataba de encontrar caminos desde Fraga hasta Soria y volver, con la dificultad añadida de que la semana anterior había llovido la del pulpo.
El sábado hicimos unos 250 km de campo y otros 300 de carretera. El domingo, unos 200 km de pistas entre Soria y Zaragoza y unos 300 de autopista.
Voy con las fotos, que es lo más interesante:
Almuerzo en Mequinenza.
Los buitres nos vigilaban, y nosotros los vigilábamos a ellos.
El Ebro bajaba "a tope".
De momento las pistas son fáciles y muy rápidas.
Pero pronto empezaron los barrizales y los patatales. Lo peor no es cuando patina, lo peor es cuando se engancha en las ruedas. En nuestras GS hay que sacar la rueda para desmontar el guardabarros, lo cual es una putada. Me caí infinitas veces en este tramo, siempre a menos de 10 por hora. Es que estas motos pesan demasiado. Estas motos no son pa eso. Las KTM pasaron como si nada.
Al final, por dentro de la viña se pudo superar el tramo de barro pegajoso.
Aquí Uwe sufrió una caída durilla, le quedó todo el costado izquierdo magullado y la moral tocada por haber estrenado la LC8 ADV. Luego hubo ocasión de estrenar también el lado derecho.
A ratos llovió fuerte.
Y a ratos llovía flojo. Cuando no había camino....
....enviábamos al Joan a explorar.
Llegamos a Moyuela a repostar.
Un lugareño que venía a darnos conversación.
Comimos unas barritas energéticas y palante.
Lo bueno de que haya llovido es que el monte está precioso.
Onanismo:
De nuevo no había camino...
... y el Joan lo habíamos mandado a explorar
Montes preciosos y solitarios entre Daroca y Calatayud.
Uwe se retiró al llegar a Calatayud por culpa de las contusiones de su caída. Gracias por tu compañía, Uwe.
Joan y yo continuamos hasta Soria. Hicimos un cachito de pistas hasta que se hizo de noche y luego fuimos por carretera.
Hubiesemos querido hacer una nocturna, pero con los caminos llenos de barro y con el track tan malo que llevábamos no nos atrevimos. Estábamos hechos polvo.
Una cena caliente, una camita blandita y uno queda como nuevo para levantarse temprano y andar en moto. Hacía un día radiante
Los primeros 50 km volvió a haber mucho barro y el track no comprobado nos llevó por tramos chunguillos pero preciosos. Hubo un par de caídas más para mi cuenta particular.
Luego enlazamos con un maravilloso track real que nos llevó a Zaragoza, sin barro y por caminos buenos. Más de 150 km en un pispás.
Y colorín colorado... pa casa y llegamos a tiempo para votar.
Estas motos valen para eso y más, depende de las ganas que se le eche.