...mientras que a mí me va a costar un montón de papeleos...

Ayer venía del trabajo, y un individuo se saltó el ceda el paso de una rotonda, tras hacer el amago de pararse. Conseguí esquivar el coche, pero no controlar del todo la Suzuki, así que me la dí contra un bordillo mientras el aprendiz de Farruquito se las piraba limpiamente.
Suerte de la solidaridad motera, porque los dos coches que venían detrás de mí estaban conducidos por moteros/-as, y se quedaron para ayudarme y testificar en el atestado. Ninguno conseguimos verle la matrícula.

Por suerte todo ha quedado en unas magulladuras (suerte del casco) y la marca del casco tatuada en un muro situado a 50 cm del bordillo. La moto, más dura que las piedras, con el manillar un poco torcido y una abolladura en el depósito. Ni se ha inmutado.

Pero el dolor lo tengo aquí, en el cuore. ¿Cómo alguien puede largarse tan rápido? Igual ni se ha dado cuenta de que me caí, o bien vete a saber en qué situación legal conduciría ese coche, y de todos es sabido que darse a la fuga, si nadie te pilla la matrícula, sale gratis.

Siento el ladrillo, me tenía que desahogar.