Por fin íbamos a conocernos e iba a poder rodar en compañía.
Habíamos quedado rotondas, Carlos y yo para hacer una primera salida y toma de contacto facilita. Así es que me equipo, casco, gafas, guantes, camiseta, rodilleras y espinilleras, pantalón de cordura, chaqueta de enduro y botas, me miro al espejo y veo a un gladiador moderno a punto de saltar a la arena. Ah! Pillo la cámara de fotos, así me adelantaré de vez en cuando a éstos y les haré unas instantáneas del momento y tal.
Nos encontramos puntuales, presentaciones, halagos a las respectivas monturas, Coca Cola y a rodar. Por cierto dos tipos acojonantes, de ésos a los que confiarías la custodia de tu mujer, prestarías dinero e incluso les dejarías la moto, todo ello el primer día de conocerlos. Montamos, y nada más chafar tierra empiezo a sospechar "éste tío tan alto y tanta soltura en la conducción me suenan, y el otro este tal Carlos, con esa pinta de teutón, debe ser sueco o finlandés, y con ése dominio...." En los primeros metros y tras verles pilotar, (porque yo conducía, ellos pilotaban)caí en la cuenta "Ya está, rotondas para impresionarme no ha venido, y en su lugar me ha eenviado a Iván Cervantes. Y el otro, el del aspecto de sueco, el que se hace llamar Carlos es en realidad Marko Tarkkala, si no de qué ése dominio, ésa finura, ésa seguridad, ésa... Intento no quedarme demasiado atrás, me salgo del camino dos o tres veces y milagrosamente vuelvo a entrar, yo no llevo la moto, me lleva ella a mi, la dirección se me escapa una y otra vez, ellos me esperan de vez en cuando en los cruces de pistas para que no me pierda, ellos pasan sobre los pocos charcos con un golpe de gas, yo los esquivo como puedo, ellos pilotan de pie mientras señalan aspectos del paisaje y los comentan, yo voy sentado y pegado como una lapa a la moto sin ver nada más que la posibilidad inmediata del piñazo, ellos se giran de vez en cuando para comprobar que sigo ahí y me levantan el pulgar en señal de ánimo, yo sonrío con cara de circunstancias, ojiplático perdido, y no suelto el manillar ni patrás.
Llegamos a una trialera imposible, el acceso a la colina de la hamburguesa, una pendiente extrema con cascajo suelto de lo que parece ser roca volcánica incandescente y allá va Iván Rotondas Cervantes que sube con una mano en el puño del gas, la otra en el tapón de la gasolina y mirando el paisaje a su izquierda, pilotando de pie sin sacar un pie de la estribera y allá voy yo......remando como un galeote, sujetando el manillar hasta con los dientes pegado el culo al asiento y quemando el embrague de tanto pellizcarlo, piedrazo que me como, que me gira la dirección y me deja señalando a una zanja que discurre por el lado izquierdo de la pendiente y que aloja una cañería y en pocos segundos a mi también, se me hunde la rueda delantera en la zanja, se me levanta de atrás mientras se inclina a la izquierda, abandono el barco saltando por encima del depósito y hundiéndome muy digno en un zarzal. Marko Carlos Tarkkala que venía detrás grita con evidente acento de Reijkiavik TÁ HESHO DAÑOOOO?? y para enseguida para ayudarme a sacar la moto, encima yo me quedo un poco enganchado en el zarzal y casi no puedo hacer fuerza desde allí, con lo cual todo el peso de la moto (que para mi ya ronda los 500 kg) se lo come el solo.
Intenta darme ánimos " Joder, te has marcao un back flip guapo, a mi no me salen" Me explica que mejor si conduzco de pie y así voy eligiendo la mejor trazada. ¡¡¡Pero qué coño de trazada puede haber ahí???!!! Si hace horas que estoy buscando el "Carril solo negaos" y no está pòr nigún sitio. Venga parriba, elegantemente en zig zag, botando y rebotando como un cabrón, ora sentado en el piloto trasero, ora en el tapón de la gasolina, ahora con la bota izquierda a la altura de la oreja, ahora la bota derecha a la altura de mi nuca......con estilo.
A partir de aquí se adelanta Carlos imagino que para que no oiga sus risas y detrás mío se sitúa Rotondas Cervantes, creo que para custodiarme...y para repartirse la trea de ayudarme a levantar la moto supongo. Tarkkala va como una fiera y yo que otra cosa no, pero amor propio tengo una jartá, intento seguirle.....sin comentarios.
De cuando en cuando adivino una nube de polvo tras cuatro o cinco curvas por delante, mas tarde explicaría que me gusta dejar distancia porque si no el polvo que levanta el de delante me tapa la pista. Claro, claro, me responden a coro.
llegamos a la plaza del pueblo, Coca Cola y comentarios, " Pues yo te he visto muy suelto", " Nada, en cuatro salidas más..." "Intenta conducir de pie, controlarás más" Pero ¿cómo explicarles a estos dos que me pongo de pie y a la que adivino una ligera curva el asiento llama a mi culo a gritos?
Nos despedimos y regreso a casa, mientras cruzo el pueblo me veo reflejado en un escaparate y pienso ¿pero de qué te has disfrazado? De moderno gladiador dice....Me planteo seriamente buscar por aquí cerca un par de prejubilados de la Renfe o de telefónica y convencerles para que prueben con esto de la moto,(mejor que no hayan tenido nunca antes) y salir juntos al monte a por espárragos o setas. O mejor dado mi nivel de pilotaje me vendo la moto y me compro una vespa, si, ya sé que no es una moto, es un secador de pelo, pero bueno....
De todas maneras me alegro mucho de haberos conocido, y bromas aparte volveremos a quedar, por rutas fáciles, ¿vale? a ver si me voy soltando. Por cierto, cuando llegué a casa reparé en que no había podido hacer ni una foto y eso que intenté adelantarles y dejarles atrás para hacerla cuando pasaran, pero.....bueno es igual
Bremer